Así es ‘On The Go’: Omar Ayuso y Julia de Castro triunfan en Locarno con un ‘Bonnie y Clyde’ marica y andaluz

La primera película del tándem conformado por María Gisèle Royo y Julia de Castro empieza con un gesto sencillo y hermoso: Jonathan (Omar Ayuso, un quillo entre Clyde Barrow y Edu Soto) proyecta fuera de plano qué edad tendrá él cuando su interlocutor envejezca diez, veinte, treinta años. No sabemos si habla con alguno de sus amantes de carretera o de su Bonnie particular (Julia de Castro, coprotagonista), pero el acto mismo de proyectarse en relación con otra persona a lo largo de tanto tiempo resulta íntimo, muy tierno. Las directoras de ‘On The Go’ cuentan que la idea surgió de Omar Ayuso mismo, y que la incorporaron enseguida: “Creo que todo el mundo ha hecho un ejercicio parecido. Si no es con tus hijos, es con alguien que no está en la misma generación que tú pero que sin duda tienes como referencia, por lo que ha significado en tu vida”, explica de Castro en la llamada que mantenemos, poco antes del estreno en Locarno.

Es quizás de los momentos más abiertamente reflexivos en una película que, por lo demás, culebrea desenfadada por las carreteras abiertas en 1982 por las ‘Corridas de alegría’ de Gonzalo García Pelayo, una road movie española “bastante machista” que quisieron releer para hablar desde la comedia sobre la inmadurez, la maternidad, el sexo esporádico o los coches clásicos. Pasa que ni de Castro ni G. Royo querían desechar la película original, así que le propusieron a García Pelayo que, casi cuarenta años más tarde, las ayudara a parir esta hija bastarda. Se muestran entusiasmadas con él: “Gonzalo está muy ilusionado y se emocionó mucho, aun siendo una película bastante feminista y muy libre”.