Yorgos Lanthimos: "Calígula fue una inspiración para reflexionar sobre el control de los demás"

Hace escasos meses, un popular 'trend' en redes sociales animaba a las mujeres a preguntar a los hombres cuántas veces a la semana pensaban en el Imperio Romano. Más allá de la broma, lo cierto es que antropológicamente era una forma de acercarse a las fascinaciones y asuntos que ocupan la cabeza del varón blanco heterosexual contemporáneo. Tanto es así que en la 77 edición del Festival de Cannes también se siente cierta admiración por el mismo asunto. Si ayer era Francis Ford Coppola quien presentaba una película en la que la caída del Imperio Romano sucede en una especie de Nueva York alternativo, hoy es Yorgos Lanthimos quien menciona un emperador romano como inspiración para su nueva película, 'Kinds of kindness'.

"Empecé a leer sobre Calígula y fue una importante inspiración porque me preguntaba cómo un hombre podía tener tanto control sobre los demás", ha respondido el director en la rueda de prensa sobre su última película. En un ambiente distendido, en el que todo el equipo de la película ha compartido entre risas sus impresiones, el realizador recientemente ganador de cuatro Oscars por 'Pobres Criaturas', decía que ese fue el germen de 'Kinds of kindness'. "Empecé a pensar en historias que pudieran desarrollarse en el mundo actual entorno a esa misma idea de control entre personas. Y durante el proceso nos planteamos hacer algo distinto a lo que habíamos hecho antes".

Lanthimos ha contado a los asistentes a la rueda de prensa que 'Pobres criaturas' tuvo un proceso de postproducción muy largo debido a los efectos visuales, "y en lugar de quedarme sentado esperando a que mi película se terminase, empecé a trabajar en la siguiente. En este caso fue una experiencia muy distinta, especialmente para el equipo con el que había trabajado en 'Pobres criaturas'". Aunque no ha desgranado mucho más del subtexto de su última propuesta. "Soy la peor persona para dar respuestas sobre el significado de mis películas, pero no porque no quiera darlas, sino porque hacemos algo que es muy instintivo cuyos significados me parecen mucho más válidos para quien lo ve, que para quien lo hace". El director de 'Canino' opina que "en el mundo hay muchísimas personas, cada una con sus historias, sus pasados y sus puntos de vista. Y cada una de ellas puede entender algo distinto sobre lo que has hecho. Creo que el mayor regalo que puede hacer el cine es ese: escuchar todo lo que los espectadores tienen que decir".