‘Sin huellas’ refresca la comedia televisiva española con acción y dos carismáticas protagonistas

Una persona corriente se ve, de pronto, en medio de una situación que no lo es y, además, en la que todo el mundo cree que es culpable de algo en lo que no ha tenido nada que ver. Alfred Hitchcock tuvo toda una carrera basada, en gran parte, en ese tropo, que es también un buen punto de partida para un thriller lleno de tensión y de acción. Pero, ¿y si esas personas corrientes son dos limpiadoras a las que les quieren endilgar un muerto, literalmente?

A esa pregunta responde 'Sin huellas', la primera de la batería de producciones españolas que Amazon Prime Video tiene previstas para este año y el que viene (y que no adapta ni un libro ni se basa en personajes reales). Su carta de presentación son dos protagonistas que derrochan química y frescura (Carolina Yuste y Camila Sodi) y una trama que nunca para a tomarse un respiro, y que cuela de rondón algún comentario que otro sobre los prejuicios hacia gitanos e inmigrantes y la corrupción política. Al fin y al cabo, sus showrunners, Sara Antuña y Carlos de Pando, ya metieron en ‘El vecino’ una crítica hacia la expansión de las casas de apuestas en los barrios obreros.

Los dos guionistas crean la serie junto a Gabi Ochoa y Héctor Beltrán y pisan el acelerador desde el primer momento: Desi (Carolina Yuste) y Cata (Camila Sodi) son dos limpiadoras que se quedan en la calle porque la empresa cierra abruptamente. Mientras piensan qué van a hacer ahora, las contratan para limpiar una mansión, con el inconveniente de que se encuentran allí el cadáver de una mujer. Enseguida se darán cuenta de que dicha mujer era una Roselló, una de las familias más poderosas de Alicante, y que como dejaron toda la casa como los chorros del oro, ahora la policía las considera sospechosas del crimen.