Un libro destapa la toxicidad en las salas de guionistas de varias series míticas como 'Perdidos'

La periodista Maureen Ryan publica el 6 de junio un libro que parece que va a levantar alguna que otra ampolla en Hollywood y, sobre todo, en la industria televisiva. Se titula ‘Burn it down’ y la publicación adelantada de su capítulo sobre ‘Perdidos’ en Vanity Fair ha generado todo tipo de reacciones entre los críticos estadounidenses, los fans de la serie y otros guionistas, como Javier Grillo-Marxuach, que abandonó ‘Perdidos’ en la segunda temporada (en gran parte por el ambiente laboral tóxico fomentado por los showrunners, Carlton Cuse y Damon Lindelof) o David Avallone, que afirmó en Twitter que “he sabido que Cuse es una escoria abusona desde hace tres décadas, y he esperado mucho tiempo a que saliera a la luz”.

El artículo habla con diferentes guionistas de ‘Perdidos’ que detallan comentarios misóginos y racistas sobre personajes de la serie u otros compañeros, exponen una atmósfera laboral en la que se fomentaban las bromas crueles y donde no se podía contrariar a los showrunners. También cuenta con el testimonio de Harold Perrineau (Michael), que explica cómo, cuando expresó su descontento porque se dejaba de lado en las tramas a los personajes que no eran blancos, recibió malas contestaciones y, finalmente, acabó despedido.

A todas esas alegaciones responden tanto Cuse (a través de e-mail) como Lindelof, a quien Ryan entrevistó en dos ocasiones. Este último ya había expresado su arrepentimiento por su comportamiento en ‘Perdidos’ durante la promoción de ‘Mrs. Davis’, la serie que ha cocreado con Tara Hernández, y le responde a la periodista que “la manera en la que me comporto y la manera en la que trato a otras personas de las que soy responsable y su jefe es una consecuencia de todos los errores que se cometieron… He evolucionado bastante y he crecido, y no tendría que haber sido a costa del trauma de la gente a la que hice daño en ‘Perdidos’”.