‘La mesías’, la serie del año 2023 que confirma la maestría de Javier Calvo y Javier Ambrossi

En una de las escenas cumbre de ‘La mesías’, la nueva serie de Javier Calvo y Javier Ambrossi para Movistar Plus+, un personaje clave se revela ante nuestros ojos en clara referencia a ‘El crepúsculo de los dioses’. La cámara recorre una escalera angosta en busca de un alumbramiento, una especie de parto, el segundo cambio de piel de la verdadera protagonista. Y cuando ese personaje que anticipamos, al que deseamos ver, que queremos que nos posea, invade la pantalla… es incluso mejor de lo que esperábamos. Así es también la carrera de estos creadores a los que la casualidad y la retranca española han apodado ‘Los Javis’. Cuando esperamos algo bueno de ellos, aparece algo aún mejor. Algo que es posible gracias a que alguien les ha dado el tiempo y el dinero suficiente para hacerlo.

‘La mesías’, que se inspira libremente en aquel fenómeno viral de las desafinadas hermanas Flos Mariae, entre otras historias reales de personas aisladas del mundo, tira del hilo de la imaginación para elucubrar sobre una familia ultracatólica, con vocación mesiánica, que lo quiere redimir a través de la música. Y construye sobre todo a la matriarca, a una “Saturna” devoradora de hijas [e hijo] que en su espiral de locura arrastra a toda la prole. Es una Montse dinosáurica, telúrica, que mezcla el sainete fresco que Ambrossi y Calvo nos mostraron en ‘Paquita Salas’, lo aliña con la madurez técnica que alcanzaron en ‘Veneno’… pero lo dota también de negrura, de un pozo hondo de confusión moral que es en realidad el pozo que todos llevamos dentro.

Ana Rujas se dirige con paso firme a un nuevo premio Feroz, el galardón que consiguió ya por ‘Cardo’. Su interpretación en ‘La mesías’ desborda aquel papel. Es esta macarra, desafiante y doliente encarnación de la madre fracasada, que hace de su derrota virtud en su camino hacia la disociación de la realidad, la que debería catapultarla una vez más hacia la temporada de premios. Lola Dueñas y Carmen Machi, también fantásticas, dan vida a las dimensiones maduras de la matriarca, que habiendo traspasado la frontera de la sensatez -glorioso el momento Príncipe Felipe- se arroja a los verdes brazos del ‘business’: redentor, obviamente. Y es que encima recuperamos al mejor Albert Pla y descubrimos que Amaia Romero, surgida de las entrañas de Operación Triunfo, es una actriz muy solvente y capaz de robar una escena ante una ventana abierta, con una estrella fugaz al fondo.

Es muy extraña la combinación de la citada negrura con el desenfado marca Javis, con la presencia de la vida alienígena en la serie, encarnada en cuerpo y alma por la “contactada" Cecilia Roth. Y si arrancábamos este texto apelando a la cinefilia, no podemos dejar de mencionar la importancia de ‘Cantando bajo la lluvia’, el escape de tantas vidas grises en tantos momentos jodidos. Un arcoíris en technicolor que añoran los personajes de Macarena García y Roger Casamajor, el anclaje dramático de la serie. Hay quien quiere convertir a Ambrossi y Calvo, Calvo y Ambrossi, en una especie de Lina Lamont, una farsante que tira de fuegos de artificio para figurar; lo que demuestran en ‘La Mesías’, y ahora sí de una vez por todas, es que son las dos mitades de una misma Kathy Selden, una chica con mucho talento. Ha llegado la serie del año.