‘Solo asesinatos en el edificio’ se confirma como la serie de los corazones solitarios

La soledad es la brecha entre las conexiones que tienes y las conexiones que quieres. Al menos, así la describen algunos profesionales de la salud mental, que afirman que vivir solo no siempre conlleva que te sientas solo. Durante la pandemia del COVID-19, en Nueva York se calculaba que un millón de personas vivía sola y que, con los confinamientos y las restricciones de movimiento, habían perdido lo que, probablemente, les llevaba a considerar que no eran gente solitaria, que era tomarse una cerveza en el bar de la esquina, o quedar a cenar, o salir pasear y pedirse un café en ese sitio tan cuco recién abierto. Si el edificio Arconia existiera de verdad, la pandemia tendría que haber sido terrible para sus vecinos porque, por lo que vemos en ‘Solo asesinatos en el edificio’, no solo es que la mayoría de sus inquilinos vivan solos, sino que, además, podríamos decir que es un sitio de gente bastante solitaria.

Cuando arrancó la tercera temporada, que acaba de finalizar en Disney+, algunos medios estadounidenses afirmaban que los capítulos tenían un deje melancólico que resultaba muy significativo, pero es que la serie siempre ha tenido ese tinte por debajo de las tontunas de Steve Martin y Martin Short, aguantadas estoicamente por Selena Gómez. Cuando los tres se juntan inicialmente por su afición a los podcasts de true crime, queda bastante claro que están muy solos y que, por mucho que aseguren que no necesitan a nadie más en sus vidas, están deseando encontrar a alguien con quien compartir, aunque sea, parte de sus días.