El curioso caso del vestuario de 'La mesías': fantasía salpicada con buenas dosis de verdad

Desde esta tribuna privilegiada siempre hemos defendido el papel del diseñador de vestuario, también llamado figurinista. Su labor es crucial en la creación de personajes y en la ambientación de una historia. Y desde aquí también hemos reivindicado mucho la importancia del vestuario contemporáneo, es decir, ambientado en la actualidad. La época presenta una serie de desafíos tremendos, pero el vestuario actual no queda exento de dificultades.

Para empezar, a diferencia del vestuario histórico, el diseño de vestuario ambientado en nuestra contemporaneidad debe ser muy realista, ya que los espectadores están familiarizados con la moda actual. Los errores en el vestuario contemporáneo pueden ser más notorios y restar credibilidad a la narración. Me refiero a que nadie sabe cómo iba vestido un campesino en el siglo XIII, pero todos sabemos cómo va vestido un campesino en 2023. Ahí está el quid de la cuestión.

La dificultad que ha tenido la figurinista de 'La mesías', Ana López Cobos, ha sido precisamente esta: la historia transcurre en tres líneas temporales lo suficientemente cercanas a nosotros como para que detectemos fallos o detalles chirriantes. Pero doblemos la apuesta, porque existe otro factor no ya de dificultad, sino directamente de riesgo. Y es que las Stella Maris, como todo el mundo sabe a estas alturas, no dejan de ser un trasunto del grupo católico Flos Mariae. Supongo que todos ustedes habrán visto sus famosos videoclips.