Park Chan-wook reestrena 'Old boy': "No soy un pionero de nada, pero sí me llegué a sentir solo"

Viendo su cine, atrevido y descarnado, uno pensaría que al otro lado de la entrevista se va a sentar un punk, un director de pasiones o uno arrebatado. Encontrarse con el realizador coreano Park Chan-Wook, sin embargo, parece una experiencia de otro tiempo, una cita diplomática que podría firmar el mismísimo David Lean. “De vez en cuando, cada ciertos años y para estudiarlas, vuelvo a mis películas. No dejo de preguntarme por qué hice esto o por qué hice aquello. También me suelo preguntar cómo convencí a este actor o a aquella actriz de hacer algo. No las remontaría, pero me siguen sorprendiendo, no podría volver a hacer la misma película dos veces”, explica el director, que se encuentra con Kinótico con motivo del regreso a cines de 'Old boy'. Su obra maestra, a puro pulpo crudo, cumplió 20 años en 2023 y eso provocó un proceso de restauración del clásico, que ahora vuelve a la cartelera -gracias a A Contracorriente- en una versión remasterizada y supervisada por el maestro.

“Es verdad que, cuando yo empecé como director, no había películas coreanas en el extranjero. Menos aún en festivales importantes de cine. Luego llegaron el reconocimiento, los remakes y los homenajes en festivales. Siempre me lo he tomado bien, pero tampoco me he sentido pionero ni que hubiera abierto una puerta a nada. Me sentí un poco solo, eso sí. Siento que el resto de países solo tenía que empezar a mirar a nuestro cine y a nuestras series, que eso sí empezó a hacerse a partir de mi generación", explica meridiano el director, que en 2004 conseguiría el Gran Premio del jurado en Cannes con su filme inaugurando un renacimiento de Corea del Sur en el panorama internacional. Sería poco riguroso no mencionar a Ha Gil-jong o Park Kwang-su como referentes previos a Chan-wook, pero también lo sería negar que tanto él como Bong Joon-ho (o el infame Kim Ki-duk) posaron los ojos del mundo sobre la península. "No me siento ni responsable ni presionado, porque el cine coreano era bueno antes de mí y lo seguirá siendo después”, apunta humilde.