Richard Gere: "Donald Trump está rodeado de muchos payasos muy narcisistas. Gente que, en posiciones de poder, es mortal"

Una fábrica sin vida y una mujer alienada por el trabajo mecánico. Desde el único foco de luz que dibuja la fotografía de Donald Thorin, un icono: Richard Gere, acompañando su entrada por el 'Up where we belong' de Joe Cocker y Jennifer Warnes, irrumpe para siempre en la memoria colectiva y cinematográfica vestido de marine, de punta en blanco y de percha impoluta. 'Oficial y caballero' (1982) se convertía en historia del cine y Gere, que venía de rodar -hasta la extenuación física- el 'American Gigoló' de Paul Schrader y ya era socio de Terrence Malick, se transformaría desde entonces en uno de los galanes de referencia de Hollywood. Luego llegarían 'Cotton Club', 'Pretty Woman', 'Las dos caras de la verdad', 'The Jackal (Chacal)', 'Novia a la fuga', 'Otoño en Nueva York' o 'Chicago'.

Sin ecos de Cocker, pero con la misma presencia que él mismo clonaría en películas como 'Shall we dance? (¿Bailamos?)', Gere hizo acto de presencia en el impresionante Palacio de Carlos V de la Alhambra con el aura de la estrella que (todavía) es y acompañado de su pareja, la española Alejandra Silva. "Todo lo que está pasando en Estados Unidos es profundamente inquietante, denso y difícil. Estoy en shock, tanto mi mujer como yo lo estamos. La gente ha hablado y ha elegido a este Presidente [Donald Trump], es un dato objetivo. Pero es que ni siquiera la gente le eligió creía que iba a ser capaz de hacer lo que está haciendo. La oscura profundidad de lo que está haciendo, por ejemplo esta última semana, es increíble", explicó Gere a pregunta de Kinótico, acerca de cómo Donald Trump ha arrasado con todas las previsiones de los analistas en cuanto a políticas autoritarias se refiere.

El actor y ganador del Globo de Oro, que bromeó con la sala de prensa diciendo que el premio debería ser descontinuado tras dárselo a él, recordó en el encuentro su primera visita a Granada, hace ya 40 años: "Estoy increíblemente contento de estar aquí tanto tiempo después. Mi mujer, española, también lo está. No está tan contenta de que no hable mucho español", confesó Gere, antes de seguir. "Sigo fascinado por la belleza de la ciudad, por su uso majestuoso del agua. Pero es cierto que ahora, como hay tantos turistas, no puedes encontrar esos lugares de espacio personal y sentimiento, relación con la ciudad. [En Granada] sientes el peso de la historia, porque es un lugar vivo", completó el intérprete.

Siempre activista y siempre comprometido, Gere aprovechó de anunciar una colaboración con una entidad local para "proteger los derechos de las personas sin hogar" y reivindicó también el cine de autor, como protegido de los autores del Nuevo Hollywood (Malick o Schrader): "Las cosas cambian, el negocio cambia y los estudios también. Seguimos intentando hacer esas películas realmente independientes, pero cada vez es más difícil. Salvo que seas Scorsese o Nolan, que sí pueden conseguir 200M$ de un gran estudio o de Netflix, todo es, definitivamente, más difícil que en los ochenta", apuntó el actor, que no tuvo problema en lanzar un beso a una reportera que se lo pidió. "Te he dado el de primera, no el que uso en las películas", dijo antes de la carcajada general en la sala.

"A nuestro Presidente lo rodean payasos. Gente extremadamente narcisista e inmadura que, en posiciones de poder, es mortal", explicó Gere sin cortarse a la hora de criticar a Donald Trump, ni siquiera entre sus círculos más cercanos, como explicó justo después. "El mundo está en peligro. Se lo digo a mis amigos republicanos. ¿Vais a dejar que este tipo haga estas cosas tan locas? Tiene la presidencia, la cámara baja y la cámara alta, durante dos años. En estos dos años van a ocurrir cosas oscuras, en parte por los payasos que le rodean. Es un show de billonarios preocupándose por sí mismos y dándoles órdenes a cargos electos", apuntó meridiano el actor, que recordó el breve tiempo que tardaron en caer estructuras democráticas en la Hungría de Víktor Orban.

Carismático y con buena disposición, frente a una sala de prensa llena hasta el último rincón, Gere se despidió del gentío hasta el sábado, momento en el que recibirá el Goya Internacional de manos de Antonio Banderas y ante una Academia que, en el acto en el corazón de la Alhambra, estaba representada por Fernando Méndez-Leite, Susi Sánchez y Rafael Portela.