Enrique Urbizu: "He rodado mucha violencia y creo que nunca he frivolizado con ella, me parece un tema moral, personal"

Cuatro años después de ‘Libertad’, un entusiasta Enrique Urbizu estrena este viernes, 7 de marzo, la serie ‘Cuando nadie nos ve’, un trabajo del que habla con tanta ilusión como orgullo por el resultado y que considera “un paso adelante” en su “manera de hacer hasta ahora”. Para el doble ganador del Goya (como director y guionista de ‘No habrá paz para los malvados’) la serie basada en la novela de Sergio Sarria, creada por Daniel Corpas y escrita por un equipo de guionistas liderado por Arturo Ruiz (en colaboración con Luis Caballero, José Antonio Valverde, Germán Aparicio e Isabel Sánchez), es un trabajo distinto a lo que ha hecho antes. De lo que tenía este proyecto producido por Zeta Studios para Warner Bros. Discovery en España, de rodar en espacios de difícil acceso y de retratar la violencia hablamos con el director y guionista vasco antes del estreno, este 7 de marzo, del primer episodio en Max (cada viernes, uno nuevo hasta completar los ocho que componen la temporada).

‘Cuando nadie nos ve’, que en su guion cuenta con considerables cambios con respecto al libro original, sigue la investigación en paralelo primero y después conjunta de la sargento de la Guardia Civil Lucía Jiménez (Maribel Verdú) y de la agente especial de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Magaly Castillo (Mariela Garriga). La trama se desarrolla durante la Semana Santa de 2024 en Morón de la Frontera y arranca con un vecino del pueblo haciéndose el harakiri, varios sucesos escandalosos en una procesión y la desaparición de un soldado de la base aérea del ejército de Estados Unidos ubicada a las afueras de Morón. Una mezcla de culturas que supuso una de las razones para que Urbizu, tras varios años sin estrenar, volviese a ponerse tras la cámara. Al preguntar precisamente por eso, por lo que tenía esta serie que se estrena cuatro años después de ‘Libertad’, responde con total sinceridad: “Bueno, ‘Libertad’ fue dura, coincidió con la pandemia y fueron años oscuros. La serie no fue muy vista. Estaba desarrollando ideas propias y especulando siempre con algún largometraje y demás”. Entonces, llegó la llamada de Zeta, la productora, y se sintió “atraído de inmediato”.

En primer lugar, cuenta, por esa mezcla de espacios y culturas: “Nunca había hecho nada parecido ni había trabajado en mundos similares, ni Guardia Civil, ni Semana Santa, ni bases militares… A mí las mezclas de tonos siempre me han gustado y esto planteaba una inaudita mezcla cultural, también por los rasgos de cultura japonesa que hay en la serie. Esa es una mezcla cultural que, sin embargo, encuentra paralelismos entre el trabajo de la policía judicial y la teniente de inteligencia militar norteamericana. Una vez se encuentran, son prácticamente dos profesionales muy parecidas en rigor, en comportamiento, y se entienden de inmediato”. En segundo lugar, la Semana Santa, su mundo, sus reglas, sus pasos. “Todo eso nos fascinó y estuvimos todo el año de desarrollo de guion aprendiendo sobre esto. Al igual que sobre funcionamiento, jerarquías, funciones, competencias y demás, tanto de las fuerzas aéreas norteamericanas como de la Guardia Civil”, resume sobre el trabajo previo realizado para hacer las cosas como se deben hacer, bien y con rigor, “porque si no no merece la pena”.