Ramón Campos vuelve al 'true crime' con 'La viuda negra': “Hay que respetar a las víctimas y ser escrupuloso con los hechos”

Corre húmedo, pegajoso e insoportable el verano de 2017 en los alrededores de Patraix (Valencia). En un parquin, y sin tiempo para la reacción, Antonio Navarro Cerdán es asesinado. No hay robo, signos de violencia ni móvil aparente, por lo que el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en la capital del Turia se centra en el entorno del fallecido y, sobre todo, en su mujer: María Jesús Moreno. Meses de pesquisas, varias escabrosas llamadas y audios que señalan a su esposa y un cuchillo cebollero después, los investigadores descubren uno de los casos más estrambóticos de la crónica negra de nuestro país, uno que implica infidelidades, manipulación y una frenética actividad sexual. En ese caldo de cultivo se cuenta, desde el ‘true crime’ más puro, una película como ‘La viuda negra’, que se estrena el 30 de mayo en Netflix dirigida por Carlos Sedes y producida por Ramón Campos. Carmen Machi, Ivana Baquero y Tristán Ulloa se ponen a las órdenes del tándem que ya levantó ‘El caso Asunta’ para intentar arrojar luz, desde la más contemporánea de las ficciones históricas, sobre uno de esos expedientes policiales tan caóticos que solo pueden ocurrir en la vida real.

“Ha sido un trabajo de mucho estudio del sumario, para intentar extraer lo más importante. A partir de ahí fue cuando nos planteamos qué era lo esencial de la historia. Parece muy compleja, pero en el fondo es muy sencilla. Desgraciadamente, como la mayoría de los crímenes. ¿Cuál era la esencia? Decidimos hablar con los implicados en el proceso judicial. No hablamos con asesinos ni con familiares, porque no nos parecía interesante su aportación. Teníamos muchísima información”, explica directo Campos a Kinótico, quizá como gran ‘pope’ del género en nuestro país habiendo también producido ‘800 metros’ o ‘El caso Alcàsser’. “Lo complejo de este caso era intentar hacer entender a la gente cómo ellos justificaban algo injustificable. Esa narrativa, el vivirlo desde lo personal, fue objeto de debate entre nosotros. La historia se enfoca desde el personaje que te lo está contando en cada momento”, apunta Sedes, recordando que lo importante en el caso siempre fueron los audios y era importante, por cómo se cuenta ‘La viuda negra’, que fueran el objeto central: en la película seguimos la perspectiva de la policía durante un buen tramo, hasta que el filme se parte y podemos ser testigos de la planificación de los asesinos. “No podemos ver la vida de esta gente, pero podemos escucharla. Es como una promesa cumplida”, apunta Campos.