Emanuel Pârvu ('Tres kilómetros al fin del mundo'): "Un autor debería hablar de su época y de lo que sucede a su alrededor"

“En mi opinión, un autor debe hablar de su época, de lo que sucede a su alrededor, e intentar reflejarlo en sus películas. Quizás en veinte años la corrupción y la homofobia desaparezcan en Rumanía. Podemos conseguir muchas cosas con el cine, los libros, la literatura, la poesía y la pintura, pero ahora mismo necesitamos hablar de este tipo de cosas”. Esa es la reflexión que hacía Emanuel Pârvu con Begoña Donat a su paso por la 69 edición de la Seminci de Valladolid. Allí presentó un drama sobre la homofobia que entonces ya había ganado la Queer Palm y sido seleccionada para representar a Rumanía en los Oscar. Un año después de entrar en el exclusivo club de cineastas que compiten por la Palma de Oro del Festival de Cannes con solo tres largometrajes en su currículum, el cineasta rumano estrena en cines españoles ‘Tres kilómetros al fin del mundo’.

Ese fin del mundo del que habla Pârvu se encuentra en una idílica región del Delta del Danubio. Allí un joven de 17 años llamado Adi se prepara para un verano más, hasta que la agresión homófoba que sufre una noche será el desencadenante de una historia sobre el autodescubrimiento de la identidad sexual y el choque directo entre sus deseos y los valores tradicionales de su propia familia y entorno.

El último cineasta en sumarse a la Nueva Ola del cine rumano, liderada por nombres como Cristian Mungiu y Cristi Puiu, se inspiró libremente en la reacción de la comunidad ante un caso de violación en Rumania, donde la comunidad se volvió contra la víctima. Pârvu sintió curiosidad por la posibilidad de explorar la dinámica de los prejuicios y el trato a las minorías en una comunidad rural rumana. “Ayer pensaba en esto mientras viajaba a España. Cuando llegue, seré considerado una minoría. Soy rumano y estoy en España, así que básicamente soy una minoría. Si tú y yo nos peleáramos, si nos dijéramos palabras desagradables y la tensión subiera en el ambiente, si tuviéramos ganas de insultarnos, creo que hay una gran probabilidad de que al final, en lugar de decirme ‘tú, estupido’, me dijeras: ‘tú, rumano estúpido’. Por eso quería contar una historia sobre cómo la sociedad se comporta con las minorías”, explica el director de ‘Meda or the not so bright side of things’ y ‘Mikado’, por la que compitió en la sección Nuevos Directores del Festival de San Sebastián.