Pamela Anderson ('The last showgirl'): "No puedes hacer de rubia tonta siendo rubia y tonta"

Pocas estrellas, menos aún actrices, han definido tanto una era como Pamela Anderson (Canadá, 1967). No se puede hablar de la década de los noventa sin mencionar a la protagonista de 'Los vigilantes de la playa' o 'Barb wire' y, de hecho, hasta que ella misma no se ha empeñado en demostrarlo, cualquiera podía haber afirmado que era la década la que no dejaba escapar a la actriz. Mujer total, icono sexual y símbolo de la transformación ética de lo femenino en pantalla, Anderson se cansó de una industria que se empeñaba en encasillarla y de la que incluso acabó aceptando la caspa como peaje. Así lo contó en el impresionante documental 'Pamela Anderson: Una historia de amor', que estrenó de la mano de Netflix en 2023 y que, en realidad, comenzó a darle alas a un 'comeback' que recién está alzando vuelo. Esta semana, tras levantar aplausos en citas tan importantes como el Festival de Toronto o el de San Sebastián, la actriz se alía con Gia Coppola para traer por fin a nuestras carteleras 'The last showgirl', película en la que da vida a una corista de variedades de Las Vegas en las postrimerías de una industria (casi) muerta.

"He dado un pequeño paseo por San Sebastián, he ido a la playa y a la iglesia, y hay gente que se me ha acercado a darme la enhorabuena por la película. Estoy un poco sobrepasada", explicaba genuina e inocente la actriz a Kinótico el pasado mes de septiembre, cuando formó parte de una pequeña mesa redonda con medios españoles. Sentada junto a su directora, una Gia Coppola que llevaba un par de años sin estrenar largometraje, Anderson comenzó respondiendo acerca de la sororidad de un filme cuyo reparto femenino completan Jamie Lee Curtis o Kiernan Shipka: "Las mujeres pueden ser muy duras con otras mujeres. Algunos de los momentos más crueles de mi vida y mi carrera han venido de mujeres. Mujeres periodistas y de otros ámbitos. Pero darme cuenta de ese apoyo ha sido un salvavidas, de algún modo, el alcanzar esa relación con otras mujeres. Jamie Lee Curtis, por ejemplo, es una abanderada de esto. Se me eriza la piel porque es maravillosa", se deshacía en elogios la actriz, antes de cederle la palabra a su directora.