Premios

Objetivo Goya 2026. ‘Sugar island’, una mirada inédita y "autoral" al legado colonial

Los productores David Baute y Fernando Santos desgranan el debut en el largometraje de Johanné Gómez Terrero, una historia de heridas heredadas

Madrid·
Publicado:

Actualizado:

Yelidá Díaz en un fotograma de 'Sugar island'
Yelidá Díaz en un fotograma de 'Sugar island' · Fotografía: Tinglado Film

La cineasta Johanné Gómez Terrero, con experiencia en el cortometraje y el mediometraje documental, se ha lanzado este 2025 a la ficción para profundizar en asuntos presentes como la maternidad, la racialidad o la situación del trabajador migrante, desde la perspectiva del legado colonial en República Dominicana. 'Sugar island', título de su debut, es una coproducción hispano-dominicana que busca contar una historia poliédrica a menudo ausente en las escuelas, aunque sin perder de vista la perspectiva artística de la que se han hecho eco varios festivales internacionales, desde Venecia a Málaga, tal y como destacan sus productores, David Baute y Fernando Santos.

La protagonista de esta historia, una coproducción entre Güasabara Cine (República Dominicana) y Tinglado Film (España), es Makenya (Yelidá Díaz), una adolescente trabajadora de las plantaciones de azúcar en República Dominicana que, tras darse cuenta de que está embarazada, sufre el rechazo de su entorno y se ve obligada a buscar otro rumbo. Según ha señalado Baute en declaraciones a Kinótico, "la directora de 'Sugar island' traslada de manera magistral cuestiones que tienen que ver con la xenofobia o con no entender la dificultad que tienen los otros para salir adelante en situaciones muy complejas”, una “contundencia social” que se plasma en la situación de los haitianos que trabajan en los bateyes -plantaciones de azúcar- en condiciones muy complejas y que al final de su vida laboral no tienen nada.

"Gómez Terrero da soporte a cuestiones que tienen que ver con el pasado desde una mirada autoral y contemporánea" (David Baute)

Sin embargo, más allá de estas cuestiones más inmediatas, Baute destaca que Gómez Terrero sube más escalones en su película, con aspectos que abarcan desde “la época de la conquista a la actualidad”, pero también con “un contexto que falta por contar, esa mirada de una cineasta afrodescendiente que, como tantos otros, no ha podido contar su realidad”. Así, esta directora “da soporte” desde el presente a “cuestiones que tienen que ver con el pasado”, con la cuestión de la colonización y con el presente del pueblo haitiano, pero “desde una mirada autoral y contemporánea”, a su juicio “muy especial a la hora de hacer cine y de hibridar esos dos mundos de la ficción y el documental, de dar un contexto más allá de lo artístico”.

Ahí está, en palabras de Baute, el principal punto fuerte de 'Sugar island': una mirada “muy certera y desde lo contemporáneo sobre un tema del que es complejo hablar”, y que consigue “sin meter el dedo en la llaga, sino buscando elementos artísticos para narrar”. “Además de su mirada, el manejo de cine ficción y cine documental, cómo dialoga con esos dos mundos, es muy importante, porque hoy en día no es fácil encontrar ese encaje. Ella lo hace muy bien, en un montaje que ayuda a tejer esos mundos, con unos elementos que anclan al presente y a la actualidad”, ha destacado. Así, bajo el mismo paraguas se aborda el embarazo infantil, la falta de derechos o el desamparo de quienes han trabajado toda la vida de manera artesanal y se enfrentan a la industrialización, pero todos estos temas están “tejidos en el discurso sobre la colonización y la afrodescendencia”.

"Cada actor viene cargado con su historia y por eso les elegimos, más que por tener un impacto mediático o seguidores en Instagram" (Fernando Santos)

Fernando Santos, en videoconferencia desde República Dominicana, donde está rodando, señala a Kinótico que esta película, que nació como un documental y pronto mutó a una historia de ficción para hablar de las “heridas heredadas” y las complejidades del presente, tiene entre otro de sus potenciales el reparto interpretativo, en el que considera que destaca no solo la actriz protagonista, Yelidá Díaz, sino también el resto del “universo actoral”, que fue elegido "por su persona y su historia", y que en muchos casos trasladan sus propias experiencias, lo que en palabras de Santos “se transmite en la película”. “Cada actor viene cargado con su historia y por eso les elegimos, más que por tener un impacto mediático o seguidores en Instagram”, ha destacado.

La fotografía y la "esencia" de las personas

Los misterios, los espíritus de la tradición afrocaribeña y el puente entre el presente y las raíces ancestrales se evocan a partir de una atmósfera especial gracias a colores vibrantes y también a la banda sonora. Más allá del guion y de la dimensión narrativa, de un mensaje anticolonialista y de la mezcla de tradición y espiritualidad, Baute considera que la fotografía de 'Sugar island', de la que es responsable Alván Prado, es “impresionante”. “El trabajo que hizo es maravilloso, apoyado por toda la parte artística de escenografía y vestuario que ayudan a enriquecerlo. Creo que tiene un ojo especial para saber captar la esencia de las personas y dejar reposar. Cada plano está lleno de contenido, pero también de un valor significativo que tiene que ver con el guion”, ha agregado.

Yelidá Díaz en un fotograma de 'Sugar island'
Yelidá Díaz en un fotograma de 'Sugar island' · Fotografía: Tinglado Film

Sobre este asunto, Fernando Santos cree que el mayor logro de Alván Prado como director de fotografía fue mantener uno de los objetivos de 'Sugar island', que pasaba por no hacer una película fascinada con la pobreza, sino reivindicar su “integridad, su dignidad y su profundidad en el pensamiento”. “Prado logró eso: captar la belleza que se vive en esos lugares sin hacer transmitir una opinión que creará pena. Logró captar eso con una personalidad y una espiritualidad que solo él lo hubiese logrado”, destaca Santos, que se refiere a su trabajo como “un pulmón y un corazón en el rodaje”.

Este equilibrio entre el fondo de la historia y la perspectiva artística llega a la temporada de premios refrendado por su paso por festivales como Málaga, donde ganó el premio a la mejor fotografía, o su paso por el Festival de Venecia, donde recibió dos menciones, así como Londres o la Habana. “Lo social siempre se ha premiado, pero también el montaje y la fotografía. Hay varios apartados bien valorados, lo que significa que es una película coral en muchos aspectos, que no solo tiene que ver con guion, sino que ha funcionado a todos niveles”, destaca Baute. Además, Santos pone de relieve la atención que ha despertado en el mundo académico, ya que varias universidades se han interesado en integrarla en su programa educativo. Todo esto ha contribuido, según sus palabras, en dar “un sello” para destacar que 'Sugar island' habla de un tema importante sobre el que hay que detenerse.

***Este artículo es posible gracias a la película 'Sugar island', dirigida por Johanné Gómez Terrero, y coproducida entre Güasabara Cine (República Dominicana) y Tinglado Film (España)-, con el apoyo del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales), DGCINE, Programa Ibermedia y Cabildo de Tenerife y con la participación de la Radio Televisión Canaria. 

También te puede interesar