AMC, la mayor cadena de cines de Estados Unidos, cobrará el precio de entrada en función del asiento que ocupe el espectador

AMC amenaza con cambiar el statu quo en la industria de la exhibición en Estados Unidos. AMC Theatres, la cadena de cines más importante en Estados Unidos, ha anunciado la instauración de un sistema llamado 'Sightline at AMC' que hará que los espectadores paguen un precio u otro en función de la butaca que ocupen en la sala. Hasta ahora los cines solo cobraban suplementos especiales cuando una película se proyectaba en un formato excepcional, como el 3D.

La nueva estrategia de AMC afectará a todas las sesiones que empiecen a partir de las 4 de la tarde. Después de esa hora habrá tres opciones para los clientes: la Standard Sightline, la mayoría de butacas de los cines, seguirá costando lo mismo; la Value Sightline, situada en las primeras filas del cine, estará a un precio más bajo del habitual y exigirá que los espectadores pertenezcan al club de afiliados de AMC; y Preferred Sightline, los mejores asientos de las salas de cine, situados habitualmente en las filas centrales, que supondrán un incremento en el precio respecto al resto de entradas y a los precios que había en los cines hasta ahora.

En España Cinesa se reserva un par de filas VIP con un precio superior, pero representan una mínima presencia respecto al total de la sala y a cambio dan a los espectadores una butaca más amplia y cómoda. Se desconoce por el momento si AMC mejorará las butacas de aquellas filas que cuesten más dinero, pero por el momento no se ha anunciado ninguna medida en esa dirección.

El anuncio de las nuevas tarifas ya ha provocado las primeras críticas en las redes sociales. A partir de ahora, quien quiera ocupar las mejores filas de un cine tendrá que pagar más dinero, una medida cuanto menos cuestionable en un momento en el que las salas continúan teniendo problemas para captar el interés de los espectadores casuales más allá de fenómenos aislados como ‘Avatar: El sentido del agua’ y el Universo Cinematográfico de Marvel. Los únicos beneficiados por esta medida son los espectadores que acostumbren a situarse en las primeras filas de los cines o que estén dispuestos a ver una película en peores condiciones a cambio de pagar un precio inferior.