Juan Antonio Vigar: "En este país faltan más ayudas al desarrollo de los proyectos audiovisuales"

Juan Antonio Vigar, director del Festival de Málaga desde el año 2013 -"el balance es positivo"-, comienza la edición 26 del certamen, la undécima bajo su mando, con un tono tranquilo y de satisfacción. Considera que el trabajo de los últimos 12 meses para llegar hasta aquí ya está cumplido, y que ahora solo falta ver qué les parece el menú de cine -que se sirve desde este viernes 10 de marzo hasta el domingo 19- tanto a la prensa como al público malagueño. "Yo creo que la década que llevo al frente del festival me da perspectiva suficiente para ver que el planteamiento inicial que teníamos con el festival se ha ido cumpliendo", decía el gestor en el arranque de su conversación con Kinótico, que se producía esta mañana en el Teatro Cervantes de Málaga.

"Desde que llegué a la dirección del festival tenía varias cosas en la cabeza: la primera y fundamental, conectar mucho más a la ciudad de Málaga con el festival; para eso decidimos desarrollar el MaF [Málaga de Festival], y que todas las artes creativas hablasen de cine durante tres semanas. Y a partir de ahí", continuaba el director, "que en el festival hubiera dos ejes fundamentales que construyeran nuestra identidad, que son el abrazo al cine iberoamericano -para convertirnos en un festival de cine 'en español- y la creación de un área de industria realmente potente para acompañar al audiovisual en la cadena de valor, del laboratorio a las secciones competitivas, y favoreciendo su venta internacional en los Spanish Screenings".

Vigar reconoce que la imagen del Festival de Málaga desde que ha asumió el mandato ha cambiado enormemente -para bien-, y que se han incorporado voces autorales. "Nuestra singularidad es la generalidad", explica. "Respeto enormemente a los festivales que apuestan por una temática específica, pero creo que un gran festival como Málaga debe ser la casa común de todo el cine español, tenemos que poder ofrecer lo mejor de lo que se hace. Esa línea editorial nos ha permitido ser referente para cualquier productor español. Eso es algo que surge de nuestra decisión... pero también reconozco que hemos coincidido con una muy buena etapa en la producción de cine en España, en la que los nombres emergentes han venido dotados de un talento descomunal".

"Y nosotros hemos hecho una apuesta por estos nombres", precisa antes de enumerar varios de ellos, "como Carla Simón, Alauda Ruiz de Azúa, Carlos Marqués-Marcet, Elena Trapé... ¡Y esto sigue produciéndose! Estos directores tienen una relación con nosotros casi familiar. Dice Carla Simón en el vídeo que ha preparado para el premio que le vamos a dar en esta edición que no concibe estrenar sus películas en España en otro sitio que no sea Málaga. Y no quiero destacar a nadie de la sección oficial, pero Estíbaliz Urresola, que viene de Berlín" -y compite por la Biznaga de Oro con sus '20.000 especies de abejas', "también forma parte ya de esta familia". Juan Antonio Vigar destacaba inmediatamente después que todos esos nombres salieron de Málaga lanzados hacia la temporada española de premios.

La sobreabundancia audiovisual

En la rueda de prensa de presentación de los contenidos de la 26 edición, Vigar reconoció que la selección podía ser "inabarcable" -se han programado 232 audiovisuales-, y entendía que tanto los informadores como el público tuvieran que hacer su propia selección. "Está claro que estamos en un momento apasionante dentro del sector audiovisual, pero si vamos al tema de la producción cinematográfica para las salas... yo estoy de acuerdo, creo que se produce mucho cine que no tiene el rango, el nivel y la calidad -por qué no decirlo- para ir progresando en la cadena de valor", reconocía el director, que ha visto junto al equipo de selección casi 200 películas españolas, de las que 12 han terminado en la sección oficial "y otras tantas en la sección Málaga Premiere, que ha acabado siendo una sección oficial paralela".

Durante la entrevista que se puede escuchar sobre estas líneas, el director hace gala de la fuerte apuesta industrial de Málaga, que persigue conectar el cine en español con el resto de territorios internacionales y reforzar el proceso de producción de todas esas películas que aspiran, algún día, a acabar en una sala de cine. "Que los proyectos no surjan solo de lo ocasional. Tiene que haber laboratorios en los que estos proyectos sean analizados... y si me apuras, antes, ayudas al desarrollo de esos guiones. Creo que lo que falta en este país son ayudas al desarrollo. Hacen falta unas buenas estructuras. Y tras las ayudas y el laboratorio, llegar a unas copias finales con garantías para ser proyectadas en un festival... y de ahí a la cartelera comercial".