FESTIVALES

FICMEC, un festival pionero en el cine medioambiental que crece a ritmo de conciencia ecológica

El Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias cumple 25 años consolidándose como uno de los festivales más importantes del mundo con una programación especializada en la relación del ser humano con la naturaleza

Madrid·Actualizado: 03.11.2023 - 07:00
El FICMEC reúne a una audiencia considerable en la Plaza de la Libertad del municipio de Garachico
El FICMEC reúne a una audiencia considerable en la Plaza de la Libertad del municipio de Garachico · Fotografía: LUZ SOSA, FICMEC

En España tenemos algunos festivales pequeños, orgullosamente pequeños, que escapan del radar de los grandes festivales internacionales de cine, pero que si analizamos su trayectoria e historia, resultan ser proyectos culturales profundamente arraigados al territorio, y muy influyentes en la realidad social de nuestro mapa. Es el caso del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias -FICMEC en adelante-, que este año ha celebrado su edición 25 en distintas fechas y ciudades y que, como veremos, cuenta con actividades itinerantes todo el año.

Este festival nació en 1982, impulsado por el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, una ciudad de la costa norte de Tenerife de aproximadamente 30.000 habitantes. Lo hizo en parte por iniciativa del reconocido artista de Arrecife, César Manrique, cuya obra estaba profundamente vinculada a la defensa del medioambiente y la biodiversidad de las Islas Canarias. "Fue pionero en muchos sentidos, porque vincular lo cultural y lo medioambiental en los ochenta no era tan habitual como podemos pensar hoy", explica David Baute, director del FICMEC desde 2009.

"Creemos que es el primer festival de cine medioambiental que existe", defiende Baute. Programadores e investigadores no han conseguido fechar antes de los ochenta otro festival tan específico, ni siquiera entre los certámenes que forman parte de la Green Film Network, una amplia red de festivales centrados en esta temática que ya cuenta con 22 miembros de todo el mundo. El FICMEC primigenio estuvo en activo durante años, hasta que con los previsibles cambios de gobierno y las prioridades políticas de cada consistorio, la marca cesó su actividad.

"Creemos que es el primer festival de cine medioambiental que existe" (David Baute)

"Hasta que lo retomamos en 2009", recuerda el actual director artístico del certamen. Desde entonces este festival cuenta con apoyo público, y de hecho es una de las principales apuestas de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, así como de la programación cultural varios consistorios e instituciones de las islas. "Ese parón produce que hablemos de 25 ediciones y no de las que podríamos estar celebrando ahora si hubiera habido una voluntad de continuidad por parte de las autoridades políticas", cuenta. Desde el momento en que el equipo del que forma parte Baute resucita el festival, FICMEC se encuentra con una producción audiovisual que no tenía nada que ver con una idea preconcebida de lo que podríamos entender por este tipo de cine: "Empezamos a programar un cine que iba más allá del reportaje televisivo o documental didáctico, era un cine artístico, reflexivo, que hablaba de la relación del ser humano con la naturaleza".

A día de hoy esta programación sitúa, por méritos propios, al FICMEC como un referente del cine temático. "Muchas de las películas que nosotros proyectamos son títulos que luego viajan a grandes festivales", y la labor de prospección que realizaban hace años, tocando a la puerta de todas las distribuidoras habidas y por haber, ha dado paso a una situación actual en la que son ellas las que quieren estrenar en el certamen canario. "Nos hemos consolidado y hemos ido creciendo en todos los ámbitos", defiende Baute.

David Baute, director del FICMEC, posa durante una edición del festival en Garachico
David Baute, director del FICMEC, posa durante una edición del festival en Garachico · Fotografía: LUZ SOSA, FICMEC

Un festival sostenible

"Queríamos que se empezase a hacer otro tipo de cine más responsable" (David Baute)

Desde su resurgir, en FICMEC hubo una labor de lento, progresivo y concienzudo activismo medioambiental a través de la programación de actividades y charlas que pretendían generar conciencia sobre el impacto y la huella de carbono que tienen los rodajes. "Queríamos que se empezase a hacer otro tipo de cine más responsable cuando se hiciese en entornos naturales", explica David Baute, que además de dirigir el FICMEC es documentalista y cineasta, y conoce bien el mundo de los rodajes. "De esto ha habido un boom en los últimos cinco años, ahora todos los festivales tienen alguna sección en la que se habla de rodajes sostenibles, e implementan medidas ecológicas en el propio montaje y desarrollo del festival. ¡Nosotros llevamos muchos años haciéndolo!".

El festival, de hecho, está pensado de forma ecológica en su totalidad, atendiendo hasta el mínimo detalle de la energía que se utiliza y los residuos que genera el público, limitando los transfers, apostando por el talento local, formando a gente joven de la comarca que luego trabaja en el festival, y fomentando proyectos de participación local. "Queremos un festival sostenible a todos los niveles, desde la organización, hasta su financiación, más allá de la programación y proyección de esta temática".

Incluso personal de la Seminci de Valladolid, que se acaba de celebrar como te hemos contado en Kinótico, visitó el FICMEC para aprender más sobre el tema. Lo mismo hizo la Academia de Cine. "Es un trabajo del que nos sentimos orgullosos", aunque Baute no disimula que su mayor satisfacción proviene del respaldo popular y el arraigo que el FICMEC ha conseguido a lo largo de su trayectoria. "Involucramos a asociaciones, colectivos y gente a la que hacemos partícipe con actividades a lo largo de todo el año. Y esa gente ya siente que el festival es suyo, eso ha sido clave para hacer crecer al festival".

Crecer para hacer accesible la cultura

"Con iniciativas como el Cinemóbil damos la posibilidad de que todo el mundo tenga acceso de verdad al cine" (David Baute)

El festival que dirige Baute destaca dos elementos que le han ayudado a ser lo que es hoy: una programación cuidada repartida durante todo el año, no solo en fechas del festival, y una itinerancia que ha hecho conocida la marca FICMEC en todas las Islas Canarias. Este año el festival se ha celebrado en los municipios de Garachico y Buenavista, en la isla de Tenerife, pero también han celebrado proyecciones y actividades en otras islas como La Palma, Lanzarote o Fuerteventura.

Y además de eso, bajo el paraguas de FICMEC, e impulsado por el mismo equipo que hace posible el festival, han puesto en marcha una iniciativa llamada Cinemóbil: una furgoneta que se carga con placas solares y cuyas baterías permiten recorrer los pueblos isleños y proyectar cine en cualquier lugar. "Con esta iniciativa damos la posibilidad de que el tema cultural se descentralice mucho más y que todo el mundo tenga acceso de verdad al cine", explica Baute.

El Cinemóbil recorrió en septiembre 12 municipios de las islas de Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma, proyectando sobre pantallas improvisadas, paredes de una iglesia o muros blancos de una casa, acudiendo a zonas rurales o de caseríos frente a 20 o 30 personas que, por lo general, "no tienen acceso a cine y mucho menos tienen la oportunidad de, por ejemplo, mantener una charla con un realizador de una película o hacer un coloquio".

Así, el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias, a través del Cinemóbil y de su filosofía como festival, persigue lo mismo que perseguía el personaje de Alfredo en 'Cinema Paradiso' cuando, para disgusto de los amos de la sala, proyectaba la película del día en la plaza del pueblo. Allí, todos los que no habían conseguido una butaca, porque no se la podían pagar o porque llegaron tarde, descubrían las mismas historias que los señoritos de la ciudad. Es así como se hace accesible la cultura cinematográfica, se hace universal: llevando el amor al cine a cualquier sitio en el que haya un par de ojos dispuestos a enamorarse.

Sesión del Cinemóbil de FICMEC en un pequeño municipio tinerifeño frente a una audiencia reducida
Sesión del Cinemóbil de FICMEC en un pequeño municipio tinerifeño frente a una audiencia reducida · Fotografía: FICMEC

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