Mesa redonda de maquillaje y peluquería de Kinótico 2024: "El proceso sacrifica mucho de nuestros departamentos"

***Este episodio de Kinótico Gala es posible gracias a 'Casa en flames', la comedia de Dani de la Orden que va camino del medio millón de espectadores. Con Emma Vilarasau al frente de un reparto que en la crítica de Kinótico hemos calificado como "espléndido", y que hoy sometemos a tu consideración para los Premios Forqué, Premis Gaudí, Premios Feroz y Premios Goya

A comienzos del mes de noviembre arrancamos con la publicación de las mesas redondas de Kinótico con los actores, actrices y showrunners de series. Y desde la semana pasada estamos publicando -en formato audio- otra serie de mesas con equipos técnicos, porque al hablar de cine español se habla, casi siempre, de quien está delante de las cámaras. Con la intención de poner en valor los oficios del cine español, más ahora que llega la temporada de premios, en Kinótico vamos a publicar un total de diez mesas redondas técnicas y en audio hablando con lo más selecto del panorama audiovisual patrio. Por los micrófonos de Kinótico ya han desfilado montadores, responsables de sonido, directores de fotografía, productores -que volverán a centrar un segundo encuentro-, y directoras y directores de vestuario, que hoy ceden el testigo a sus compañeras y compañeros de maquillaje y peluquería.

Su oficio, uno de los más afectados por los cambios tecnológicos del cine (desde el color a la ultra alta definición, todo ha cambiado la forma de maquillar y peinar a los actores de cada generación), es también uno de los que menos planificación y consideración de tiempos goza en el sector, una reivindicación que no tarda demasiado en salir en la conversación. Así, Sergio López (jefe de peluquería de 'Disco, Ibiza, Locomía'), Karol Tornaria (jefa de maquillaje y peluquería de 'El 47'), Paco Rodríguez Frías (jefe de peluquería de 'La virgen roja') y Karmele Soler (jefa de maquillaje de 'Marco' y 'Soy Nevenka', que intentó varias veces, sin éxito por causas técnicas, intervenir en la conversación) charlan con David Martos sobre los distintos retos a los que se han enfrentado este año y las dificultades contra las que tienen que florecer profesiones, como la suya, que no siempre son valoradas como se merecen en el sector.

De flequillos, figurantes y feminismo

"Maquillaje, peluquería y caracterización es parte fundamental para crear el universo de la película. No solo para los protagonistas, también para figuración y todo aquello que tenga que ver con dibujar el momento o la época en la que se está desarrollando la serie o la película. Poco a poco se nos está dando la visión, que creo que es necesaria", comienza opinando Sergio López, jefe de peluquería en 'Disco, Ibiza, Locomía' y que no solo ha lidiado con el parecido obligado a los miembros del grupo, sino con su evolución en el tiempo a medida que avanza el biopic. "Siento que no tenemos el lugar que nos corresponde. Cuando se acaba el proceso, mira qué bonita nos ha quedado, qué bien. Pero durante el rodaje, durante el proceso, no tenemos el sitio que nos corresponde", difiere desde su experiencia Karol Tornaria, que en 'El 47', además de caracterizar a Eduard Fernández con el referente del autobusero Manolo Vital, tuvo que preocuparse de todos los figurantes de la Barcelona de las postrimerías del franquismo... y hasta de Pasqual Maragall.

"Estoy más con Karol. Contamos al final, con el trabajo bien hecho, pero durante tengo la sensación de que molestamos. Si no hay tiempo, el último que se queda sin tiempo es peluquería y maquillaje porque no da tiempo a retocar... en el proceso se sacrifican muchas cosas de nuestro departamento" opina Paco Rodríguez Frías, que este año ha firmado desde la jefatura de peluquería uno de los trabajos más alabados de la temporada en 'La virgen roja', película en la que Paula Ortiz dibuja la España inmediatamente anterior a la Guerra Civil. Ante los micrófonos de Kinótico, las manos maestras de bases, lacas, fijadores y tijeras se confesaron también sobre las dificultades específicas de sus proyectos: "Los actores no estaban avisados con el suficiente tiempo de que iban a hacer época, y eso te lleva a que sea difícil aguantar un primer plano, por ejemplo", apunta Tornaria.

El tiempo (o su ausencia), acaso lo que une a los y las profesionales de la industria que se han pasado y se van a pasar por nuestras mesas redondas, también ocupó buena parte de la conversación, así como los problemas con la figuración y la condescendencia con la que son tratados muchas veces los equipos, acostumbrados desde la indignación a escuchar aquello del "si esto luego no se ve". "Si ya vamos tarde con los actores, imagínate la figuración. Y es que además, hay muy poca figuración en España, y la tienes que compartir con otras cuatro producciones, con lo que implica por ejemplo para una barba", señala Tornaria, antes de que siga Rodríguez Frías: "Por lo general, un director de producción te llama con semana y media de antelación. Una cosa son los números y otra cosa es esa preparación, que implica muchísimo más tiempo. En 'La virgen roja', que sí estoy muy contento con cómo lo hicimos, tuvimos cuatro semanas, de nueve horas al día, solo trabajando en la preparación de la película".

Al final, preocupaciones transversales como la búsqueda de un director (o incluso un director de producción) ideal, el soportar opiniones desinformadas ajenas o la precariedad reduccionista de oficios que acaban en muy pocas manos, muy ocupadas, todo el tiempo, también centraron una charla que alcanza uno de sus puntos más relevantes al transitar la paridad: "Las mujeres tenemos que reivindicar lo nuestro, pero en nuestro mundo es casi todo lo contrario. Casi tendríamos que dar una subvención a cuando entren hombres. Es un departamento femenino. (...) Dicho como feminista, nosotras para levantarnos no tenemos que pisar a nadie. No sé cómo hay que reformar las subvenciones, pero no es justo para [los hombres] que se dedican a esto", completa Tornaria, casi al final del interesante encuentro.