‘Las buenas madres’ da voz a esas mujeres que desafiaron a la ‘Ndrangheta y capta la atmósfera terrorífica del mundo de la mafia

‘Ndrangheta es el nombre con el que se conoce a la mafia calabresa, una de las organizaciones criminales más poderosas en activo. De ahí el valor de la historia de Lea Garofalo, una mujer nacida en el seno de la misma que en los primeros 2000 decidió plantarle cara, testificar e intentar acabar con ellos. No tanto por venganza, sino con la idea de dar a su hija un futuro mejor lejos de ese mundo. Con esa historia real como punto de partida y sumando las de Maria Concetta Cacciola y Giuseppina Pesce, Stephen Butchard ha escrito ‘Las buenas madres’, serie de seis capítulos que fue galardonada en el pasado Festival de Berlín con el Premio ‘Berlinale Series’.

Dirigida por Julian Jarrold y Elisa Amoruso, esta producción amplia la versión de la historia contada por Marco Tullio Giordana en su película ‘Lea’ (2015), basándose en la novela de Alex Perry en la que este relata no solo la historia de Garofalo, sino que suma las de otras mujeres que, tentadas por la fiscal antimafia de Calabria, asumen el riesgo de abandonar la organización y denunciar. De eso trata ‘Las buenas madres’, una serie que, ya desde el título, deja muy claro quienes son sus protagonistas y cuáles son sus intenciones: son madres que actúan como lo hacen por el bien de sus hijos.

La acción de la serie, que en sus dos primeros episodios consigue trazar con pulso firme las líneas de lo que quiere contar y dibujar con acierto el terrorífico mundo en el que se ambienta, arranca con el viaje a Milán de Lea junto a su hija Denise, a punto de cumplir los 18 y, como dice su madre, quien quiere a su padre en su vida. La primera está interpretada por Micaela Ramazzotti y desaparece sin dejar rastro. La segunda, por Gaia Girace, la brutal Lila Cerullo de ‘La amiga estupenda’ (HBO Max). El padre, el poderoso miembro de ‘Ndrangheta Carlo Cosco, es Francesco Colella, capaz de, con solo una mirada, helar la sangre a cualquiera. Porque lo que se aprecia en esos dos primeros episodios facilitados por Disney+ a los medios antes del estreno de este miércoles, 5 de abril, es ese estado de miedo en el que viven quienes están sometidos al poder de esta organización.