Ruben Östlund tiene un plan para el jurado de Cannes 2023: "Hay que evitar el consenso"

En su primera rueda de prensa ante los periodistas -la segunda es la de la noche del palmarés y ahí el cuento suele ser muy distinto- los presidentes y presidentas del jurado del Festival de Cannes suelen mostrarse muy prudentes. Nos cuentan que han venido a escuchar a sus compañeros, que no van a imponer nada, que no llegan con un método de trabajo a la Croisette, que todo fluirá mágicamente hacia la Palma de Oro... Después, una vez que los jurados han deliberado y los premios se otorgan, nos enteramos de la verdad. Lo que se entrevé en las comparecencias de la noche final y lo que se extrae de los rumores que circundan las deliberaciones nos da la medida del asunto: los jurados son un pacto por consenso en el que alguien cede el puesto de Mejor Actor para conseguir un ex aequo en el Mejor Guion. O una mención en el Gran Premio. Y así.

El sueco Ruben Östlund, doble ganador de la Palma de Oro y elegido para encabezar el jurado de la sección oficial de 2023 -ante la falta de una mujer que dijera que sí, como se ha encargado de recordar una y otra vez Thierry Frémaux- se ha saltado la primera parte de la tradición. Ha llegado a su primera rueda de prensa y ha confesado que tiene un plan. Que ha pedido al resto del jurado que "no tengan la necesidad de sentirse listos", que "expresen lo que sientan", les ha comunicado que van a deliberar después del visionado de cada tres películas -"prácticamente cada día"- y ha mostrado su rechazo a un palmarés pactado: "Hay que evitar el consenso, definitivamente. Es muy aburrido estar en un jurado por consenso. Todos tenemos trayectorias diferentes, y por eso estamos aquí, para poner algo diferente sobre la mesa".