¿Ya eres parte de Kinótico? Inicia sesión

Sigue leyendo este artículo por solo

0,70€

¡O únete a la comunidad Kinótico con una de las siguientes opciones!

Kinótico Pro

  • 3.99

    / mes

  • 39.99

    / año

Kinótico Industria

  • 9.99

    / mes

  • 99.99

    / año

* Sin compromiso de permanencia. Podrás cancelar cuando quieras

Crítica

‘Irati’, la valiente apuesta de Paul Urkijo por una historia de la mitología vasca apasionante

Mitología vasca, aventuras, batallas, mensaje y una historia de amor. 'Irati', que se estrena este viernes en salas, lo tiene todo para hacer disfrutar al espectador

Madrid·Actualizado: 24.02.2023 - 05:13
Eneko Sagardoy interpreta a Eneko, aspirante a seguir los pasos de su padre como señor del valle
Eneko Sagardoy interpreta a Eneko, aspirante a seguir los pasos de su padre como señor del valle · Fotografía: Filmax

Eneko huye de quienes le persiguen tras acabar con la vida de su padre, señor del valle. Se esconce en la orilla del río y sus ojos presencian una escena para la que su mente no estaba preparada: una lamia se ha llevado a su perseguidor. Aún en estado de shock, aparece ante él una niña no mucho mayor que él, Irati. Así comienza su historia, la que Paul Urkijo concibió a partir del cómic de J. L. Landa y J. Muñoz, ‘El ciclo de Irati’. La cogió, la hizo crecer –primero en el guion y después desde la dirección– y dio forma a una película que reta al espectador, que lo atrapa en su universo nacido de la mitología vasca y lo envuelve en unos paisajes de una belleza abrumadora.

‘Irati’, que Filmax estrena este viernes tras su paso por el Festival de Sitges y sus cinco nominaciones a los Goya, es una del género fantástico que lo reivindica como vehículo para contar todo lo que se quiera. En ese ‘cajón’ cabe cualquier tema. En el segundo largo de Urkijo tras ‘Errementari’ hay épica, aventura, política, mensaje, historia –como la batalla de Roncesvalles y el avance del cristianismo–, lucha de clases y una historia de amor que sirve de pegamento para dar forma y unidad a la película. Amor, pero no solo en el sentido romántico, que también.

Ambientada en el siglo VIII, la chispa que prende la historia es el encargo que hacen a Eneko (Eneko Sagardoy) antes de nombrarlo señor del valle después de un tiempo fuera del mismo. Su padre murió en el campo de batalla tras un pacto de sangre que implicó que lo enterrasen bajo un rito pagano y junto, supuestamente, al tesoro de Carlomagno. En su misión para recuperar el cuerpo contará con la ayuda de Irati (Edurne Azkarate), aquella niña salvaje que conoció en el lecho del río y que deberá guiar sus pasos cristianos por un mundo de divinidades y creencias que le resulta extraño.

También te puede interesar