Juliette Binoche: "Las películas que hago deben merecer la pena, también las comerciales"

Juliette Binoche recibirá mañana, 11 de febrero, el Goya Internacional. La actriz francesa será la segunda estrella extranjera que recogerá el galardón en la historia de los premios, después de que el año pasado la australiana Cate Blanchett inaugurase el palmarés en manos de Pedro Almodóvar en la gala de Valencia. A 24 horas de que se suba al escenario del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, la intérprete se ha encontrado con la prensa española.

“Es un honor para mí recibir este premio en España”, ha declarado la francesa al principio de la rueda de prensa celebrada en el Real Alcázar de Sevilla. “España es un país de artistas, es un país de arte. Es algo que me impresiona y me inspira. Yo como actriz también me debo mucho a la genealogía de actrices que han venido antes de mí”, ha recordado la actriz antes de recordar que cuando ella empezó en la interpretación, la industria era un lugar muy diferente. “Antes eran todo directores hombres que dirigían a mujeres. Ahora afortunadamente las cosas están cambiando, y eso lo necesitamos. El cine ha cambiado”.

Binoche cree que, como mujer en la industria, “tienes que encontrar el equilibrio interior”. La ganadora del Oscar por ‘El paciente inglés’ confiesa que, cuando daba sus primeros pasos como actriz, “había una especie de juego de seducción con el director, una atracción que no sabía muy bien cómo funcionaba”. La francesa cree que su educación le ayudó a sobrevivir en esa industria. “Soy una persona que fue criada por una mujer que era muy consciente de los peligros y que me educó para estar preparada. Me enseñaron a ser independiente y feminista para ser una mujer fuerte desde pequeña”.

En 2023 se cumplen 40 años del estreno de su primera película, ‘Liberty Belle’. Con el beneficio del paso del tiempo, la intérprete reconoce que “cuando era pequeña pude solucionar situaciones peligrosas con hombres mayores”, incluyendo “directores y productores que me han querido besar o me han querido tocar”.

Para la francesa, no es lo mismo ser una mujer con 20, 30, 40 o 50 años. “El camino no está hecho al principio, tienes que andarlo y hacerlo cuando van ocurriendo las cosas sobre la marcha en tu vida. Tienes que escucharte a ti misma. Yo tengo un ángel que a veces dice que no y a veces dice que sí. A lo mejor eso es la intuición. También se aprende mucho de los errores en la vida”, explica antes de hacer una última referencia a algunas de las batallas recientes que ha librado el feminismo. “Estoy muy contenta de que haya ocurrido el movimiento #MeToo. Ha cambiado nuestras vidas para mejor. También estoy con las mujeres de Irán, las mujeres de Afganistán y con las mujeres que luchan día a día por sus vidas”.

A lo largo de sus cuatro décadas de carrera, Binoche ha desarrollado un instinto que le ha permitido convertirse en una de las actrices más aclamadas y respetadas en activo. “Si una película no te cambia, es porque hay algo que no está bien. Siempre hay que dar un salto, tomar un riesgo, ya sea físico o emocional”. La francesa ha conocido el éxito y el fracaso en su carrera, pero cree que todos sus trabajos han tenido una función en su vida. “No es cierto que haya una película más importante que otra. Es un poco como en la vida, todos los días importan. ¿Por qué va a importar menos un día que otro? Todas las películas importan y son parte del viaje”, concluye.

A Binoche no le gusta hablar de las películas que ha rechazado en su carrera, aunque en una entrevista una vez se le escapó que, por un motivo u otro, había dicho “no” al mismísimo Spielberg hasta en tres ocasiones. Aunque no ha hecho referencia a esta anécdota en Sevilla, la intérprete sí ha contado que una vez la llamó un agente estadounidense para convencerle de que tenía que aceptar una película. “Me dijo que tenía que hacer una película porque era importante, que era comercial y después me iba a permitir hacer otras películas de cine de autor”. A pesar de su juventud, la francesa rechazó una y otra vez ofertas para desesperación de sus representantes. “Creo que tienes que tener una razón legítima para hacer una película. No puedes regatear. No creo que tengas que hacer una película para poder hacer otras tres. Creo que todas las películas que hagas deben merecer la pena, [también las comerciales]. Si no tienes motivos internos para hacer una película, sinceramente, no merece la pena hacerla”.

Con una filmografía que recorre cuatro décadas y ochenta títulos a sus espaldas entre cine y televisión, la parisina ha deambulado entre todo tipo de géneros y directores. Jean-Luc Godard ('Yo te saludo Maria'), André Techiné ('Rendez-vous' y 'Alice y Martin'), Leo Carax ('Los amantes del Pont-Neuf'), Louis Malle ('Herida'), Jean-Paul Rappeneau ('El húsar en el tejado'), Olivier Assayas ('Las horas del verano' y 'Dobles vidas'), Bruno Dumont ('La alta sociedad'), Patrice Leconte ('La viuda de Saint-Pierre'), Emmanuel Carrère ('En un muelle de Normandía'), Claire Denis (Fuego), Philip Kaufman (´La insoportable levedad del ser'), Kieslowski ('Tres colores: azul'), Anthony Minghella ('El paciente inglés'), Michael Haneke ('Caché), Naomi Kawase ('Viaje a Nara'), Hou Hsiao Hsien ('El vuelo del globo rojo'), Lasse Hallstrom ('Chocolat'), Kiarostami ('Copia certificada'), Cronenberg ('Cosmopolis'), Koreeda ('La verdad') e Isabel Coixet ('Nadie quiere la noche'); son solo una pequeña muestra de la carrera de la actriz.

“Con cada director o directora se trabaja de una forma distinta”, explica. “Algunos directores te piden que recites un texto exactamente igual, hasta el punto y la coma. La tarea de la actriz es adaptarse, por eso me gusta tanto”. Binoche defiende que el trabajo de los intérpretes también es adaptarse a la energía que hay en el set. “He estado con directores que están todo el tiempo con su director de fotografía y que ni siquiera se acercan a los actores, o todo lo contrario. Cada vez que haces una nueva película es una forma distinta de trabajar. Cada momento es importante, cada instante tiene que ser especial, porque si no es tan especial, ¿por qué lo haces? ¿Por qué hacer una película que requiere tanto trabajo, tanto dinero, tanto tiempo?”, zanja.

El Goya Internacional se unirá a una larguísima lista de reconocimentos que incluye el Oscar, el Oso de Plata del Festival de Berlín, el premio de interpretación del Festival de Cannes, la Copa Volpi del Festival de Venecia, un premio César (de un total de 11 nominaciones), tres Premios del Cine Europeo o el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, que recogió el pasado mes de septiembre. Le falta el Goya, aunque estuvo nominada en 2016 por su trabajo en 'Nadie quiere la noche'.

Muchos dicen que los premios honoríficos empujan a los artistas a la jubilación, pero Binoche tiene tres proyectos pendientes de estreno: la serie 'The new look' donde da vida a Coco Channel, 'Le pot-au-feu de Dodin Bouffant' con dirección de Anh Hung Tran ('Tokio Blues') y 'The return' junto a Ralph Fiennes, en fase de preproducción. Nos queda Binoche para rato.