Sarah Snook: "El personaje de Siobhan solo sabe expresar amor de forma transaccional, nunca sería su amiga"

Este lunes 27 de marzo llega a HBO Max la cuarta y última temporada de la serie 'Succession', la sátira sobre la familia Roy y sus puñaladas empresariales y emocionales en el mundo de los medios de comunicación. En Kinótico hemos charlado con Sarah Snook, una de sus protagonistas, sobre el personaje de Siobhan y sobre el sorpresivo final de la serie, que era algo inesperado por buena parte del reparto.

Sobre el final, quien da vida a Shiv Roy reconoce que “no estaba convencida de que pudiera terminar de la manera en la que lo hace, pero supimos durante la temporada que existía la posibilidad de que acabara” y valora sobre el cierre que se da a la historia de los Roy esta cuarta y última temporada que “la manera en la que acaba es genial”.

Una de las cosas que ha hecho de ‘Succession’ lo que es –una de las series de mayor éxito de crítica de las últimas temporadas– tiene que ver con las dinámicas que se establecen entre sus personajes. Sobre cómo se relacionan unos con otros, Snook opina que “todas sus identidades están tan enredadas en su trabajo que no se pueden separar” y que solo saben relacionarse a través de los negocios. “Así es cómo se relacionan entre ellos en lo personal. No creo que Shiv entienda cómo expresar amor de una manera que no sea transaccional”, apostilla.

En el lenguaje de los Roy, una fusión empresarial se puede interpretar como un “te quiero” y la compra de un negocio que otro quisiese como un “te desprecio”. Así son los Roy.

El placer de ver a ricos autodestruirse

'Succession' tiene en común con otras historias como las que cuentan la película 'El menú' o la serie 'The white lotus' –también de HBO– que sus protagonistas son gente con dinero intentando destruirse los unos a los otros. Sobre por qué resulta tan entretenido e interesante para el espectador verlo, Snook cree que tiene que ver con ese algo aspiracional por cómo se muestra el poder, el dinero, la riqueza y todo lo que lo rodea, de una manera en la que "se nos pide que tengamos celos de ello y aspiremos a ello".

Por eso, cuando en pantalla se ve que no lo usan de una manera correcta, que no disfrutan todo eso que tienen y que a veces ni siquiera se han ganado y que, además, son "malas personas", hay como un "placer" en verles destruirse. "Es agradable", sentencia divertida.