Antonio Gala, una vida dedicada [también] al cine y a la televisión

La desaparición del escritor Antonio Gala, que ha muerto este domingo a los 92 años en Córdoba, nos deja también sin un guionista de cine y televisión, y sin un autor adaptado a la gran pantalla por el cine español. Gala, que nació el 2 de octubre de 1930 en Brazatortas, Ciudad Real, fue miembro del jurado de la sección oficial del Festival de Cannes en 1981, a las órdenes del presidente Jacques Deray y junto a la actriz Ellen Burstyn, y aquel año la Palma de Oro recayó en la película polaca ‘El hombre de hierro’, de Andrezj Wajda. Tal y como recoge Diego Galán en su crónica de la época para El País, el escritor se enfrentó a su tarea buscando en las películas “algo más”, porque ya era previsible que estuvieran “bien hechas, bien fotografiadas, bien interpretadas”.

Hasta ese momento su relación con el cine había sido más bien escasa, pero sí había trabajado en televisión como guionista durante las dos décadas anteriores. ‘Teatro de familia’, ‘Y al final esperanza’, ‘Teatro de siempre’, ‘Pequeño estudio’, ‘Las tentaciones’ o el famosísimo ‘Estudio 1’ se beneficiaron de la pluma de Gala. También se le atribuyen la historia de la película de Raphael ‘Digan lo que digan’ (1968) y de ‘Esa mujer’ (1969), con Sara Montiel. Con ‘Los buenos días perdidos’ (1972) llegó la primera adaptación de una de sus obras de teatro a la gran pantalla. Corrió a cargo de Rafael Gil y contó en su reparto con Juan Luis Galiardo, Teresa Rabal y Queta Claver.

Pero sería la década de los años noventa, en los que el autor se había convertido ya en una figura de culto, casi pop, la que vio nacer las dos adaptaciones de sus novelas que más eco y éxito han tenido en la gran pantalla. En 1994 se estrenó ‘La pasión turca’, dirigida por Vicente Aranda y protagonizada por Ana Belén. Fue un éxito tremendo y consiguió 12 nominaciones a los Premios Goya, de los cuales consiguió dos: el de Mejor Dirección de Producción para José Luis Escolar y el de Mejor Música Original para José Nieto. La cantante y actriz perdió la batalla del ‘cabezón’ a la Mejor Actriz protagonista de 1995 contra Cristina Marcos, que lo ganó por ‘Todos los hombres sois iguales’.