Un Boris Izaguirre emocionado recuerda a Terenci Moix y el "ascensor" que heredó de él

Contaba ayer Boris Izaguirre que, mientras posaba en el photocall del Atlàntida Mallorca Film Fest -que cada día se instala frente a la catedral de la isla- pensaba en su amigo Terenci Moix, y en que su fallecimiento en el año 2003 a los 61 años de edad le privó de conocer a una persona muy relacionada con esa catedral: "Hoy que estábamos tomándonos la foto delante de la catedral -que a Terenci le habría sorprendido muchísimo, que nos reuniéramos allí- pensaba que él no conoció a Letizia, que apareció como prometida del príncipe Felipe en 2004. No podemos saber qué habría pensado, pero seguramente le habría llamado la atención", pensaba el escritor y presentador, que atendía a la prensa visiblemente emocionado, con la voz quebrada, al recordar a un persona con la que vivió una relación intensísima durante poco menos de una década.

Izaguirre ha acompañado en Palma a Marta Lallana -la directora- y a Álvaro Augusto -el guionista- en la presentación de 'Terenci: La fabulación infinita', un documental que llegará a las salas en forma de película el próximo mes de septiembre y que después podrá verse en Filmin como una miniserie de cuatro capítulos. A través de testimonios de quienes mejor lo conocieron -miembros de su familia, la fotógrafa Colita o la actriz Núria Espert, entre otros- y de intervenciones televisivas del ganador del Premio Planeta, la producción va dibujando el perfil poliédrico de quien contribuyó a ensanchar nuestro caudal público de libertades. Ese documental arranca con las imágenes de su funeral, que se celebró en plena plaza de Sant Jaume de Barcelona, en las dependencias del ayuntamiento. Y Boris Izaguirre jugó un papel fundamental.

"Fueron unos días horribles. El día que murió, sus amigos nos reunimos en casa de Terenci, y Benet i Jornet estaba organizando ya ese funeral", relata Izaguirre prácticamente entre lágrimas. "Entonces él me dijo que quería que yo leyese el prólogo de 'El peso de la paja'. Le dije que no era actor, pero me ofreció ensayarlo, y me pareció lo más normal del mundo. Nunca olvidaré que, cuando me levanté a leer, vi esa primera fila formada por Montserrat Caballé, Isabel Preysler, Núria Espert... ¡Ese era el mundo de Terenci!". Las imágenes de la época lo muestran abatido durante la ceremonia, y después portando el ataúd hasta el coche fúnebre. Esa noche tenía que hacer 'Crónicas marcianas' -el late night homorístico que copresentaba con Javier Sardà en Telecinco- y cuando llegó al plató recibió el consuelo de su director: "Me dijo que no había despedido a Terenci, que Terenci estaba en mí".