‘El baño del diablo’ de Franz y Fiala: la paradoja irresoluble de la producción europea

La perspectiva de que un pozo anti-edificante como ‘El baño del diablo’ (dirigida por Veronika Franz y Severin Fiala) tuviera alguna posibilidad en los Oscar, hablada en alemán y sin estrellas, era hasta hace poco prácticamente risible. Al fin y al cabo, la historia de una mujer en pleno siglo XVII descubriendo la opresión del matrimonio a la vez que desarrolla sus propios pensamientos diabólicos, no es lo más premiable del mundo. Sin embargo, la película fue una de las más celebradas en los últimos premios del cine austríaco y, desde su estreno en la última Berlinale, no ha parado de recibir elogios de la crítica. Ampliado el abanico de personas votantes y con la victoria de 'La zona de interés' aún reciente, sus directores no se ven como extraterrestres entre delirios buenistas. De hecho, su anterior película ,'Buenas noches, mamá', ya fue seleccionada por su país para competir, pero no consiguió la nominación en un año en el que la estatuilla fue para Asghar Farhadi por 'El viajante'.

Situados en un paraje de verano tardío, acogidos por un rincón al sol de los jardines del Hotel Melià, el encuentro con los directores debe ser leído añadiéndole un buen puñado de risillas cómplices. De esas que solo se pueden dar entre genios de hacérnoslo pasar mal delante de la pantalla. El dúo derrocha, en el encuentro con Kinótico, todo el afecto que su película descarta. Y, de paso, nos regalan una brevísima clase magistral sobre financiación, “autopromo” y públicos en un cada vez más imprevisible panorama para el cine de autor con denominación de origen europea. 'El baño del diablo' llegará a los cines españoles el 8 de noviembre, de la mano de Caramel Films.