José Luis Garci, Medalla de Oro de los Forqué: "Los jóvenes me ven mejor porque para ellos no tengo antecedentes penales"

Va a ser, a todas luces, una de las imágenes de la temporada de premios que recién se despierta en España. El director y divulgador José Luis Garci, Medalla de Oro de los Premios Forqué en su 30 edición, hizo acto de presencia en Madrid para aceptar el homenaje y ofrecer sus primeras declaraciones a la Prensa como galardonado. Antes de la gala, que tendrá lugar en IFEMA el próximo 14 de diciembre, Garci se subió al estrado de la Fundación José Ortega y Gasset para ser entrevistado por la periodista Yolanda Flores: "Soy un modelo del 44, que parece mucho, pero viendo a Clint Eastwood estoy hecho un chaval", bromeó

Antes, Enrique Cerezo, como presidente de EGEDA pero también como amigo y compañero de penas colchonero, explicó el razonamiento tras el premio: "[Garci es] Uno de los más grandes cineastas, no solo del cine español, sino del cine universal. Ha llevado como nadie el nombre del cine español por el mundo", explicó el directivo, antes de seguir: "Sentimos el deber de reivindicar la carrera de un cineasta tan prolífico y de una versatilidad envidiable. José Luis encarga la figura del director y productor. Esta figura es la columna vertebral de nuestra industria. Es una persona tan espontánea y genuina como los personajes de sus películas", completó Cerezo, que tildó el premio como "acto de justicia histórica con nuestro audiovisual".

Garci, que se mostró lucido y ágil en las respuestas a sus ochenta años, hizo un repaso breve por toda su carrera y dejó varias perlas para oídos inquietos. "Yo he sido muy poquito de derechas, muy poquito de izquierdas y muy poquito del centro. He sido muy militante en lo independiente", explicaba el director al hacer referencia a la política en lo personal, esa misma que dice se le ha criticado al propio Eastwood y Mel Gibson. "Este premio para mí es muy especial por varias razones. Primero porque lleva el nombre de José María Forqué y luego porque se me da como productor. Cuando yo trabajaba con [José Luis] Dibildos en los setenta, él me decía que era el único tipo del cine español que no quería dirigir, que quería producir", concretó.

"Quién me iba a decir que estuve diez años trabajando en un banco, en cámara de compensación, me iba a volver a pasar la vida en los bancos, pidiendo dinero para las películas", añadía en tono de broma el realizador, que dejó una interesante reflexión sobre la delegación de funciones desde la silla de director: "Entre mis nuncas está el de nunca sentarme durante un rodaje. Jamás he hecho un casting. Entre el oficio nuestro está ir al teatro o ver series y películas, me parece un poco humillante para los actores y las actrices. Además, en España un personaje lo pueden hacer cinco mujeres o cinco hombres, de tantos y tan buenos actores que hay. Jamás he puesto "un filme de". El cine es una labor de mucha gente. Por mucho que yo quiera una luz, hay un tipo que se va a encargar de esa luz. Con poner "dirigido por" ya es pretencioso, claro", explicó.

Preguntado acerca del cine contemporáneo, tras confesar que acababa de ver la 'Megalópolis' de Francis Ford Coppola, Garci siguió dando su visión al respecto: "Su película es una ensalada César. Un poco como todo ahora. Desde que 'Todo a la vez en todas partes' ganó el Oscar, todas las películas están haciendo ensaladas. 'La sustancia' lo mezcla todo, por ejemplo. No son una película, son muchas películas", opinó el director antes de entrar en el cine español: "La mejor película española de este año es 'La infiltrada'. Carolina Yuste es nuestra Lady Gaga. Tiene la potencia de Lady Gaga. Con Arantxa [Echevarría] no somos amigos, no nos conocemos, lo digo con completa sinceridad".

Garci, para el que "escribir no es un oficio, es un don", dijo también sentirse mejor acogido por las nuevas generaciones: "Los jóvenes me ven mejor que las generaciones, porque para ellos no tengo antecedentes penales. No he notado el abismo generacional". Antes de despedirse, de confesar que le habría gustado rodar una película sobre el 11-M y las elecciones posteriores, el realizador explicó que no siente el premio a título personal, sino como un refrendo a todos los profesionales que le han ayudado en su carrera: "Vas recordando gente, sobre todo. Cuando tienes cuarenta años te crees que lo mereces porque eres un idiota, pero cuando eres mayor te das cuenta de que es colectivo. A mí me ha enriquecido mucha gente, me ha ensanchado mucha gente. Me gustaría tomarme una cerveza con aquella gente... pero ya no hay nadie. Es algo asombroso. La gente del cine solo se muere, pero tú la vas a ver siempre".