Thierry Frémaux en La Script: "Estoy un poco celoso de la relación entre el Festival de Venecia y mi amigo Almodóvar"

Es uno de los hombres más buscados y respetados del mundo del cine. Thierry Frémaux, director artístico (o delegado general) del Festival de Cannes, es también un estudioso de la historia del cine, pasión que viene demostrando en sus propias películas, como analista de la figura de los hermanos Lumiére. En 2016, el cineasta francés estrenó '¡Lumiére! Comienza la aventura', alabado documental sobre los grandes difusores del cinematógrafo en Europa. Tras pasar por el último Festival de San Sebastián, el realizador galo vuelve a la carga con 'Lumiére, la aventura continúa', que llega a los cines españoles el 14 de marzo. Con motivo del estreno, y de la insistencia de un buen puñado de producciones españolas que aprovecharon su visita para echarle el guante a su atención de cara a un posible paseíllo por La Croisette, Frémaux ha pasado por La Script -el programa de entrevistas que dirige y presenta María Guerra- y ha dejado una buena ristra de titulares. La charla completa, como cada jueves, se podrá ver en Youtube desde las 20:00h.

"En este momento estamos viendo y considerando siete u ocho películas cada día", confiesa Frémaux, enharinado en el proceso de selección de la edición de Cannes de 2025: "Marzo es un mes clave para nosotros", apunta antes de seguir. "El Festival de Cannes, como el excelente Festival de San Sebastián, es un momento de fiesta. Somos el festival más grande del mundo y, más allá de las estrellas y las alfombras rojas, lo más importante son las películas. La discusión más importante es la del cine. El cine no es solo una industria, es también una manera de vivir", explica el máximo responsable del certamen. Y añade, preguntado sobre la ausencia de 'Tardes de soledad' en el festival: "Me parece que Albert [Serra] tenía miedo de venir a Cannes. Por cosas culturales, el tema que trata la película. La película misma tiene su propia exploración de lo que es estar a favor o en contra de las corridas. En Cannes existía la posibilidad de que la discusión fuera violenta, pero también apasionante. Yo aprendí muchas cosas. No soy cazador, pero respeto la tradición o la necesidad del equilibrio en la naturaleza", apunta.