¿Quién puede estudiar cine? Obstáculos, mitos y verdades sobre el acceso a la formación

Un estudio de la Universidad Pompeu Fabra detectó, hace unos años, que los institutos privados estaban sobrerrepresentados entre sus alumnos de Comunicación Audiovisual, incluso a pesar de tratarse de una universidad pública con matrículas económicas o becadas. Por ello, y para llegar a jóvenes con talento que no tienen la universidad en el horizonte, puso en marcha el pasado curso Project'at, una iniciativa que busca atraer a adolescentes en riesgo de exclusión social a varios talleres y mentorías a los que de otra manera no habrían podido acceder. Con este ejemplo como referente, se abre también un debate que va más allá del ámbito educativo y que alcanza a toda la industria cinematográfica. ¿Quién puede estudiar cine? ¿Quién puede permitirse dedicar su tiempo a un proyecto cinematográfico? ¿Quién puede, acaso, vivir de ello en España?

"Somos un centro público que tiene una responsabilidad social y estamos fallando si el perfil de nuestras alumnas y nuestros alumnos no es representativo del conjunto de la sociedad. Cambiar esto puede tener un impacto a largo plazo en la forma que tiene nuestro cine", explica a Kinótico Víctor Alonso-Berbel, guionista, director y profesor de la Universidad Pompeu Fabra, institución que tiene entre sus objetivos detectar y acompañar al talento joven. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de esta y otras universidades con programas similares, este docente cree que, en el caso del cine, los estudios de Comunicación Audiovisual ofrecen "un enfoque muy generalista y que, cuando uno se quiere especializar, tiene que pasar por los filtros de los másteres y los grados, donde incluso en las universidades públicas se han privatizado como consecuencia del plan Bolonia". A este primer filtro se suma uno que llega tras los estudios: las prácticas no remuneradas, "una forma de discriminación positiva para ricos", en palabras de Alonso Berbel. "Solo aquellas personas que no tienen la necesidad de trabajar para cubrir sus necesidades o las de su familia pueden permitirse trabajar en posiciones precarias durante tanto tiempo", ha señalado.