¿Ya eres parte de Kinótico? Inicia sesión

Sigue leyendo este artículo por solo

0,70€

¡O únete a la comunidad Kinótico con una de las siguientes opciones!

Kinótico Pro

  • 3.99

    / mes

  • 39.99

    / año

Kinótico Industria

  • 9.99

    / mes

  • 99.99

    / año

* Sin compromiso de permanencia. Podrás cancelar cuando quieras

Crítica

'Empieza el baile', una road movie de tres septuagenarios cerrando heridas a ritmo de tango que llega al corazón

Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale dan vida a un trío protagonista que, bajo las órdenes de Marina Seresesky, cala hondo con su drama y su humor

Madrid·Actualizado: 08.04.2023 - 06:34
Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale en 'Empieza el baile'
Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale en 'Empieza el baile' · Fotografía: Me lo creo

Carlos, Margarita y Pichuquito eran inseparables hace tres décadas. O puede que incluso más. Y lo fueron durante muchos años. Los dos primeros como pareja, dentro y fuera de esas pistas de baile donde deleitaron al público con su talento para el tango. El tercero, como amigo incondicional y cómplice de ambos. Ha pasado el tiempo y la distancia se ha hecho cada vez más grande, pero los recuerdos y las heridas están tan presentes como el primer día. Una llamada les junta de nuevo en Argentina para iniciar una alocada aventura en furgoneta por carretera que supone el argumento de la tercera película de Marina Seresesky, guionista y directora de ‘Empieza el baile’.

Ese baile que promete el título de la película distribuida en España por Me lo creo y que llega a las salas españolas antes que a las argentinas –donde se estrenará el próximo 20 de abril– es un baile de emociones, de recuerdos, de anécdotas dolorosas, pero también divertidas y de tres personajes entrañables que utilizan el humor como coraza en un intento porque las cosas duelan menos. Sin embargo, duelen. Aunque se rían de ellas y el espectador les acompañe en sus risas. Esa es una de las mejores bazas de ‘Empieza el baile’, el haber apostado por el humor para contar la historia de tres septuagenarios que, en los que presuponen son sus últimos años de vida, deciden hacer frente a lo que lleva escondido bajo la alfombra demasiado tiempo, enquistándose.

A Carlo le da vida un Darío Grandinetti impecable como ese anciano anclado en la gloria que vivió de joven, algo cascarrabias y desubicado. Lleva años en España y ha formado una familia, pero no puede evitar echar de menos su tierra, donde ahora es un extraño, un ‘gallego’. Margarita, la que fuera su pareja de tango y sentimental, está interpretada por Mercedes Morán, que consigue darle el punto justo de mordacidad, vivacidad y fortaleza que necesita un personaje que lleva décadas cargando con el peso de un secreto y las consecuencias emocionales de una relación con mucho altibajos. Por último, Jorge Marrale, premiado en el Festival de Málaga como Mejor Actor de reparto. Su Pichuquito es pura ternura y su papel es clave, como desencadenante de la trama y como enlace entre Carlo y Margarita.

También te puede interesar