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Crítica

La notable ‘O corno’ apuntala las bases para una relectura femenina del cine gallego

Jaione Camborda compite por la Concha de Oro con una película sólida que se abre camino entre el 'nuevo cine gallego' y nos recuerda al mejor cine portugués

San Sebastián·Actualizado: 27.09.2023 - 16:23
Janet Novas es la protagonista de 'O corno', que ha sido proyectada en el Festival de San Sebastián
Janet Novas es la protagonista de 'O corno', que ha sido proyectada en el Festival de San Sebastián · Fotografía: Elastica Films

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Los quince primeros minutos de la remarcable segunda película de Jaione Camborda marcan una elegantísima declaración de principios contra el excesivo esteticismo que se ha achacado estos años al cine gallego: el cuerpo de una mujer embarazada embiste con todo su peso contra el cristal de la cámara que opera Rui Poças (director de fotografía de ‘Zama’ o ‘Los buenos modales’), como exigiendo a golpe de hiperventilación que acompañemos a quien dará a luz, no que la contemplemos como un objeto estético. Bamboleante, sudorosa, desencuadrándose una y otra vez, Camborda pone a prueba la forma cinematográfica para apostar por una cercanía muy sencilla, pero que no podemos rechazar.

Después del epílogo y durante toda la película, la cineasta perpetuará su invitación a vivir pegadas a un cuerpo ajeno gracias a la tremenda presencia de Janet Novás, artista de danza contemporánea en su primer papel cinematográfico. Novás, mujer de mirada segura y cuerpo recio, interpreta a María, una marisquera de la Illa de Arousa alrededor de los años setenta. A María, la comunidad la cuida porque ayuda a quienes acuden a ella para abortar de forma clandestina (y lejos de los ojos de los hombres), hasta que finalmente algo salga mal y la mujer se vea obligada a huir por las rutas de contrabando a Portugal, sólo con cuatro harapos y una tremenda mala conciencia por compañeras.

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