Olatz Arroyo y Marta Sánchez: “Escribimos para que la gente se relaje y relativice sus problemas un poco”

Patricia Picón (Miren Ibarguren), la ambiciosa, estresada y en el fondo buena gente protagonista de ‘Supernormal’, regresa este jueves a Movistar Plus+ con una segunda temporada más divertida aún que la primerahablamos con Olatz Arroyo y Marta Sánchez, creadoras de la serie, con más tramas y rodeada de su familia y su fiel secretaria Marisol (Gracia Olayo). Con motivo del estreno, , sobre su trabajo como guionistas, su experiencia y esta nueva temporada.

La serie producida por Secuoya retoma la acción con Patricia apartada del mundo de la banca. Lo ocurrido al final de la anterior tanda de episodios la obligó a hacerse a un lado y centrarse en cuidar de sus cuatro hijos pasándole el testigo laboral a su marido, Alfonso (Diego Martín), que está a punto de inaugurar una clínica dental. Ella, por su parte, ha tocado fondo. La humillación sufrida en el trabajo le pesa. Por mucho que se diga a sí misma y a los demás que está bien, no lo está. Sufre con la situación.

Leído así, el argumento de ‘Supernormal’ podría haber dado para un drama, pero sus creadoras tienen claro que lo suyo es la comedia. “Es para lo que escribimos, para que la gente se relaje y relativice sus problemas un poco. El mensaje es: ‘Mira, sí, la vida es dura, pero siéntate un rato que voy a hacer que te olvides un poco de esto o te rías de tu vida”, apunta Olatz Arroyo. En ‘Supernormal’ se ríen y parodian a esas personas que quieren llegar a todo, a las que la ambición les puede y el éxito les ciega.

Lo hacen con personajes con un alto poder adquisitivo porque, como apunta Arroyo, ese nivel de exigencia de ser la mejor en todo y de sentirse sobrepasada también afecta a quien tiene dinero. Eso y que “es más fácil reírse de alguien que tiene dinero, por eso escribimos gente de clase alta. Nos resulta más gracioso reírnos de alguien con dinero que de alguien pobre”. En el caso de su protagonista, uno de sus problemas es que aunque es verdad que tiene ayuda, porque se la puede pagar, “se impone unas cimas tan altas” que la situación le supera.

Eso ya estaba en la primera y en la segunda se ahonda en ello a través de la incorporación de un nuevo personaje, Pitu (Alexandra Jiménez). También se abren más tramas para el marido de Patricia y su hermana Inés (Bárbara Goenaga). Además, se sube la apuesta en cuanto al humor. La nueva tanda de seis episodios que llega ahora es más divertida y se plantea una nueva idea a explorar: empezar de cero. Un concepto que recorre toda la temporada y que tiene que ver, como explica Marta Sánchez, con el hecho de que, como le ocurre a la protagonista, “si no estás en la foto, nadie se acuerda de ti. Sobre todo un mundo como el que mostramos, el de la banca” donde ser madre no está mal visto de primeras, pero parecerlo “es como un pecado imperdonable”.

Una maternidad distinta y más real desde el humor

Sánchez y Arroyo, con sus guiones, contribuyen a dar una visión distinta de la maternidad: menos edulcorada y de anuncio de pañales y más real. A su manera, se mueven en el mundo de ‘Mira lo que has hecho’ y series británicas como ‘Catastrophe’ y ‘Bendita paciencia’. Ellas juegan con la comedia para evidenciar los malabares que hay que hacer y esos ámbitos en los que se penaliza ser madre o, como se dice en la serie, parecerlo. Bebiendo de su propia experiencia y de la de su entorno, lo que buscan, como explica Arroyo, es que “la gente que está todo el día metida en este meollo se lo pasé bien viéndola, se reconozca y la disfrute”.

Ellas se han reído mucho haciendo esta segunda temporada que, declara Sánchez, ha sido “más fácil” de escribir. Una afirmación que respalda su compañera de escritura: “Una segunda temporada es mucho más fácil. La primera siempre estás creando el universo, haciendo el casting, que todo encaje… Cuando ya tienes una primera hecha sabes perfectamente cómo mejorarla”.

Una de las cosas que pone de manifiesto ‘Supernomal’ desde el humor es que, como dice Marta Sánchez, “está muy bien quejarse y decir ‘estoy cansada’”. Porque es algo que generaciones anteriores no hacían y no pasa nada por decir “estoy cansada. Me duele la cabeza, me voy a tumbar un poco. No pasa nada. Hay que romper un poquito esta imagen de superwoman”. Una imagen que es la que quería dar Patricia Picón en la primera temporada, cuyo testigo recoge el personaje de Alexandra Jiménez en la segunda y que, apostilla, Arroyo, “no es supernormal”. De eso va esta serie.

Patricia se da cuenta y en su viaje va cambiando de prioridades y perspectivas. Sin desvelar más de lo necesario de esta nueva temporada, sí se puede adelantar que, como comenta Marta Sánchez, “ve que, efectivamente, puede hacerlo de otra manera y que le llene. También es chulo ver cómo hay muchas formas de éxito sin tener que renunciar”. Otra cosa es que lo haga sufriendo en el camino porque ‘Supernomal’ saca partido del sufrimiento para el humor y porque eso también ayuda a que el espectador se ponga del lado del personaje. “Cuando ves a alguien sufrir, te pones de su lado. Y Patricia sufre sufre mucho”, apostilla Arroyo, quien añade que, además, esta madre de familia numerosa defenestrada por sus compañeros también tiene cosas buenas.

El futuro de la serie depende de la acogida que tenga, pero en su cabeza hay muchas historias e hilos de los que tirar. “Es el ADN de la tele. Tú escribes una serie para que tenga muchas temporadas. Los guionistas de televisión nos buscamos la vida para que tenga muchas temporadas, estas molen mucho y todas tengan algo especial. Nuestro deber es que la historia dé para mucho, porque esa es la esencia de la televisión”, resume Olatz Arroyo.

Competitividad y representación

Como mujeres y guionistas, reconocen que ahora mismo se encuentran en una buena posición, pero, como recuerda Olatz Arroyo: “Los números hablan por sí mismos, hay poquísimas. Ahí hay un problema”. Un problema de cifras, de representación, pero también de género en el sentido de temáticas, de que hay espacios como el del terror o el thriller donde la apertura a las guionistas es aún reducida. “Hay ciertos géneros que están todavía como muy cerrados y acotados”, sentencia Sánchez.

En cuanto a una supuesta competitividad en el sector, no la ven porque es un trabajo “muy solitario”. Al final, explican, las que compiten son las historias. Por otro lado, con el panorama actual y el nivel de producción de series existe mucha demanda a la que dar cobertura con guiones.

Este alto número de opciones en el menú del espectador, a juicio de Marta Sánchez, ha cambiado de alguna manera la forma de ver una serie: “Hay menos paciencia que antes, cuando ‘Siete vidas’ y ‘Aída’. La comedia necesita un poquito más de tiempo para que los espectadores se hagan con los personajes. Ahora mismo, si no te gusta el primer capítulo o los 10 primeros minutos cambias, porque tienes 7.000 series más”.

Aunque esa falta de paciencia no ha cambiado su forma de escribir. “No lo piensas. Siempre intentas escribir un capítulo con ritmo que enganche desde principio”, sentencia Olatz Arroyo.