Alauda Ruiz de Azúa: "'Querer' puede parecer polémica, pero lo que queríamos era entender, plantear preguntas y dilemas"

En Kinótico, durante nuestra cobertura especial del Festival de San Sebastián en colaboración con FRED Film Radio, hemos charlado con Alauda Ruiz de Azúa y Nagore Aramburu, que presentan ‘Querer’ en la sección oficial fuera de concurso. La cineasta vasca se estrena en el terreno de las series de la mano de Movistar Plus+ y después de dirigir cortos como ‘Clases particulares’ o ‘No me da la vida’ y ‘Cinco lobitos’, su primer largometraje, que se presentó en la sección Panorama de la Berlinale y obtuvo en el Festival de Málaga la Biznaga de Oro a la Mejor Película española antes de ganar el Goya a la Mejor Dirección novel, además de los “cabezones” de sus dos actrices, Laia Costa y Susi Sánchez. A lo largo de cuatro episodios de una hora de duración, Ruiz de Azúa se atreve a hablar de un tema prácticamente inédito en la ficción: la violación en el matrimonio.

“Los productores Juan Moreno y Koldo Zuazua me propusieron hacer una serie sobre el tema del consentimiento, pero queremos ir a un terreno que todavía está por explorar, como es el de la violencia sexual dentro del matrimonio”, cuenta Ruiz de Azúa sobre su llegada al proyecto de Movistar Plus+. “La premisa me atravesó la cabeza y se dispararon las preguntas. ¿Cómo se produce algo así en una relación que seguramente empieza con un noviazgo tradicional? ¿Cómo se denuncia eso después de muchos años de relación? ¿Cómo vive eso una familia? ¿Cómo se juzga, tanto desde un lugar judicial como familiar? Para la quinta o sexta pregunta les dije que sí, que quería participar en ese proyecto y que quería dirigirla y escribirla”.

Dicho y hecho. La cineasta vasca se puso manos a la obra con los guionistas Eduard Sola y Júlia de Paz y juntos dieron forma a ‘Querer’, la historia de Miren, una mujer que tras 30 años de matrimonio y con dos hijos en común decide abandonar el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada. Esta grave acusación obliga a los hijos a elegir entre creer a su madre o apoyar a un padre que defiende su inocencia. Nagore Aranburu ('Loreak') y Pedro Casablanc (‘B, la película’) dan vida al matrimonio protagonista; mientras que Miguel Bernardeau (‘Élite’) y Iván Pellicer (‘Sagrada familia’) son los hijos y Loreto Mauleón (‘Patria’) es la abogada de Miren.

Alauda y su equipo decidieron convertir a la protagonista de esta serie de cuatro episodios en un personaje que toma las riendas de su vida tras años y años de sumisión. “Está escrita desde un lugar más activo. Era muy interesante, porque eso le permitía viajar por muchas más emociones, no solo la tristeza o el dolor. Había rabia, había frustración, había cansancio. Nos queríamos alejar del perfil de víctima y hacer más real el viaje”, explica la directora y coguionista. Según Aranburu, ese cansancio fue una de las herramientas principales para entender y contar el viaje de Miren.

“Para mí ella es fuerte en su fragilidad. Yo veo a Miren como una mujer que está tan destrozada o tan rota que se crea esa coraza para poder sobrevivir. Si se cae, si se rompe eso, no va a poder volver a ser ella misma”. Actriz y directora trabajaron juntas para buscar el momento perfecto en el que el personaje debía romperse. “Fuimos muy cuidadosas con esto y lo hablamos mucho. Ella tenía razones para romperse todo el rato, pero si lo hacía, perdería el control”, añade la directora, antes de poner en valor los ensayos de la intérprete junto a Pedro Casablanc, con el que practicó escenas de su pasado a pesar de que no iban a formar parte de los capítulos.

“Cuando empezó el proyecto y hablamos de cómo queríamos escribirlo y rodarlo, pensamos que lo mejor que le podía pasar a la serie es que generase una conversación, tanto íntima como familiar, que fuera constructiva”, reconoce la directora y guionista cuando le preguntan por los posibles debates que puede generar una historia como esta en una España que desde el caso Nevenka (un caso real que ha dado mucho que hablar en la 72 edición del Festival de San Sebastián y que recupera un episodio doloroso y reciente de nuestra historia) ha cambiado en su forma de reaccionar a temas como el abuso de poder, el abuso sexual o la violencia de género.

“El caso puede parecer polémico, pero nosotros no hemos buscado la polémica. Lo que queríamos era encontrar las zonas grises, entender, hacer preguntas y plantear dilemas. Ahí es donde está la zona de crecimiento personal de cada uno: entender desde donde juzgamos las cosas, si tenemos o no prejuicios, si somos capaces de empatizar o no con el otro y eso. En ese sentido, ojalá genere esa conversación, aunque intuyo que en algunos hogares puede ser una conversación incómoda aunque sea constructiva”.

Aramburu coincide con esa teoría. “Yo fui una espectadora y me surgieron esas preguntas y otras también personales. No siempre hay que buscar fuera. Es una historia que toca detalles que también me llegan muy de cerca”, completa una actriz destinada, como la serie, a tener un papel protagonista en la próxima temporada de premios. “Estoy convencida de que muchas mujeres van a empezar a hablar de cómo han vivido su sexualidad en relaciones de largo recorrido. Me imagino a mujeres de 65 años que llevan 40 con su marido reflexionando sobre su sexualidad y preguntándose cómo han vivido su relación, aunque no haya paralelismos tan extremos a las cosas que vemos en la serie. Me parece que es necesario, positivo y nos va a dar mucha información”.