Chiqui Carabante: “Me muevo en un sitio que está entre el autor y lo comercial, una rara avis”

El millonario Arturo Viaplana ha muerto. Sus hijos se congregan en su mansión para asistir a la lectura del testamento y reclamar la parte de su herencia que consideran que les pertenece, pero Arturo no se lo va a poner fácil ni desde el ataúd. Si pretenden heredar, tendrán que participar en un juego que no solo sacará a la luz los peores lados de su personalidad, sino que también expondrá los secretos mejor guardados de la familia. Esta es la sinopsis de ‘La fortaleza’, una comedia que llega a los cines este viernes y que apuesta por un tono un poco diferente al de las que se han estrenado últimamente en España, que optan por un humor más familiar.

En palabras de Chiqui Carabante, su director y coguionista junto a David Orea y Salvador S. Molina, la película es una comedia negra un poco particular: “Creo que me muevo en un sitio que está entre el autor y lo comercial, una rara avis (…). Los perros mestizos todavía tienen que encontrar su sitio”. ‘La fortaleza’ se presentó en los festivales de Málaga y Sevilla, entre otros. En todos ellos, y en las proyecciones que se han hecho previas a su estreno, queda claro que es una película que tiene potencial para divertir a públicos muy diferentes “que recogían (las cosas que yo había soltado). Entonces, eso me sorprendió porque pensaba que solo me hacían gracia a mí, o que iba a apreciar solamente yo, porque nunca intento imponer nada al montador, pero hay cosas que digo ‘esto’, y Cristina [Laguna], mi montadora, me decía: ‘No sé si van a coger esto, vamos a intentarlo’. Y hay cositas que han cogido, eso me da mucha satisfacción”.

¿Y de dónde proviene la idea original de ‘La fortaleza’? Carabante afirma que está inspirada en una situación parecida que él mismo vivió y reconoce que, en el fondo, “no es una trama muy original, es la muerte del padre y de lo que pasa (después). Creo que siempre hay conflicto porque, una vez que muere la figura paterna o materna, creo que los hijos, los hermanos, buscamos dominar esa familia. O hay que reposicionarse dentro de esa familia y eso crea muchos conflictos que proyectamos en lo material, desde mi punto de vista”. Disputas por la herencia de los padres siempre ha habido; la diferencia está en el método elegido por el difunto para forzar a sus hijos a competir por ella, que es el humor negro.