Laura Pedro: "En los premios de efectos visuales hay un problema que tendríamos que solucionar"

Este jueves, en la segunda mitad del podcast semanal de Kinótico, hemos podido charlar con Laura Pedro, supervisora de efectos visuales de El Ranchito y responsable del área en la película 'La sociedad de la nieve'. Hace muy pocos días se hizo con su cuarta nominación al Goya -junto a Félix Bergés-, está esperando como agua de mayo las shortlists de los Oscar del próximo 21 de diciembre y el sábado pasado recogió el Premio del Cine Europeo a los Mejores Efectos Visuales en la gala de Berlín. "Ha sido un proceso larguísimo, la implicación de Félix y mía comenzó en 2018. Que pasado este tiempo a la gente le esté gustando tanto, que sientan Los Andes como los sentí yo cuando viajé allí... nosotros estamos encantadísimos con la acogida. ¡Y la gente no se da cuenta de que estamos ahí en más de 1.000 planos!", decía Pedro durante su charla con Kinótico.

"¿Cómo hacemos para que Jota pueda filmar en un sitio real y que a la vez funcione con Los Andes?", nos explicaba al revelar que viajó a la localización real del accidente del equipo de rugby uruguayo de 1972, donde el equipo grabó recursos que después servirían de base a su trabajo en los efectos visuales. "Teníamos que buscar montañas en las que no muriésemos, donde pudiéramos estar con más de 20 actores, no queríamos hacer unas montañas digitales. Hemos desarrollado un montón de herramientas para poder hacer este trabajo de la manera más precisa posible. En El Ranchito desarrollamos una aplicación, como una especie de videojuego", desgranaba. "Fue un proceso en el que no hubo error. Con esa aplicación, Jota y el director de foto podían moverse por toda la montaña de Los Andes con todas las horas de luz".

"Antes éramos como los bichos raros, ahora gracias a vuestro interés podemos hablar de nuestro trabajo. Lo que hacemos es estar con un ordenador y pensar en silencio, y antes la gente no entendía por qué íbamos a los rodajes", contaba para reivindicar su labor. Y también pedía que los votantes de los premios fueran más conscientes de su disciplina. "En los premios hay un problema que tendríamos que solucionar lo antes posible, para que no pasen cosas que vienen pasando en los últimos años. Sobre todo en mi categoría... pasa que hay un montón de películas que tienen muchísima intervención digital, que no han sonado tanto como otras, y a veces ocurre que se da el voto a películas por ser las más conocidas. Los productores las presentan a la candidatura de efectos y acaban siendo nominadas, películas que a lo mejor -y sin faltar el respeto a mis compañeros de profesión- tienen 10 planos, y luego hay otras que tienen un trabajazo detrás... que por el simple hecho de no tener ese eco, las omitimos".

"Eso a mí me duele un montón. Sé lo que cuesta hacer 10 planos y sé lo que cuesta hacer 1.000. Hay muchas películas que se quedan por el camino, y llegan otras... ¡que no es que no merezcan estar!, pero se quedan muchas por el camino con un trabajo muy fuerte por parte de compañeros de profesión, me toca un poco el corazón", explicaba, después de contar que en el proceso de los Oscar se cuenta a los votantes cómo ha sido el trabajo de la película. "Si no te dan la oportunidad de explicarte, se vota a la más conocida. No es quitar mérito a ese trabajo, pero se quedan detrás otro montón de trabajos. El problema que hay en hacer esto es también un desgaste y una implicación, como nos está ocurriendo ahora a nosotros con los Oscar. Pero es una manera bastante correcta de actuar", concluía.