Cate Blanchett, sobre su película frustrada con Pedro Almodóvar: "Un artista tiene que ir a los lugares que tiene que ir"

Entre las paredes del Kursaal de Donosti, además de envíos de crónicas y críticas, el cierre al límite de negocios para futuras producciones y mucho cine, uno no imaginaría que cabe tantísima gente. Los fotógrafos, agolpados en la cinta que los separa de la estrella, no tenían apenas sitio para meter los objetivos y la razón, lo descubrirán ahora, no era para menos: Cate Blanchett ha hecho acto de presencia en San Sebastián para presentar "Rumours", su último trabajo cinematográfico de la mano de Guy Maddin, Evan Johnson y Galen Johnson. Además, la ganadora de dos Premios Oscar recibirá en la ciudad vasca uno de los Premios Donostia de este año para celebrar toda su carrera como intérprete.

Preguntada acerca de su dilatada carrera, que empezó en Australia y que, reveló en Donosti, no de la manera espectacular que uno podría creer, Blanchett intentó arrojar luz sobre sus papeles favoritos: "Dios. No sé si puedo responder. De una manera extraña, inconsciente, el rol que aceptas siempre es un antídoto al anterior. Cuando tienes la oportunidad de trabajar con Terrence Malick puedes acabar fuera del metraje porque te corte, pero eso no significa que la empresa no sea gigante y gratificante. Lo importante es el equipo y, por supuesto, el elenco con el que acabas trabajando. Siempre he estado agradecida a los directores, y a los guionistas, porque te llevan a lugares que no creías que podías llegar", explicó la actriz. Y siguió: "Los directores, y muchos guionistas, ven cosas en ti que ni siquiera veías ni tú. La última vez que me ocurrió fue con Todd Field en 'Tár'. He aprendido a convertir el miedo en excitación, ojalá lo hiciéramos en el mundo real también", confesó.