Entrevista | Festival de San Sebastián

Costa-Gavras: "Hacer una película es una historia de amor"

Entrevista con el histórico director griego Costa-Gavras y la actriz Ángela Molina, que tiene una participación especial en la película 'El último respiro'

San Sebastián·Actualizado: 26.09.2024 - 04:00
El director griego Costa-Gavras estrena 'El último suspiro' en la sección oficial del Festival de San Sebastián
El director griego Costa-Gavras estrena 'El último suspiro' en la sección oficial del Festival de San Sebastián · Fotografía: KINÓTICO

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Al final del pasillo, se abre una puerta pesada. El eco de los aplausos llena el Kursaal y, de repente, una marabunta se cierne sobre la figura de un hombre que anda sabio y que, nadie lo diría, ya le ha dado 91 vueltas al sol. En Kinótico, durante nuestra cobertura especial del Festival de San Sebastián en colaboración con FRED Film Radio, hemos charlado el director griego Costa Gavras, responsable de 'El último respiro', y con Ángela Molina que tiene una participación especial en su último filme. Costa-Gavras, acaso el último gran barón del cine europeo vivo, trabajó como ayudante de directores como René Clair, René Clement, Jacques Demy, Marcel Ophüls o Jean Becker, antes de empezar a forjar su leyenda. En 1965 dirigió su primer largometraje, ‘Los raíles del crimen', pero lograría pasar a la historia con 'Z' (1969), quizá la mejor película política de la historia y justa ganadora del Oscar a mejor película de habla no inglesa.

Reflexiva y poco amiga de la grandilocuencia, ‘El último respiro’ es la película más crepuscular de Costa-Gavras. En una suerte de diálogo platónico, el doctor Augustin Masset (Denis Podalydès), experto en cuidados paliativos y el escritor y filósofo Fabrice Toussaint (Kad Merad) debaten sobre la vida y la muerte. De historia de vida en historia de vida, la epatante película del realizador griego conduce al espectador por un camino no siempre amable pero en todo momento sincero, solo posible desde la reflexión a la que da tiempo en nueve décadas de vida. "Quería hacer una película que fuera una reflexión sobre el problema del final de una vida. Es una cosa común a todos nosotros. Quería hablar de una manera abierta y clara de la muerte. Para lograr esa claridad, tenía claro que necesitaba buenos actores. El cine es espectáculo, así que me puse a buscar a esos buenos actores y actrices", explica el director, que se sentó en el set ICEX de Kinótico junto a una Ángela Molina que hace una aparición especial en el filme.

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"Con Costa-Gavras habría participado en esto y en cualquier cosa que me hubiera propuesto. Le amo desde que soy una adolescente y descubrí su cine. Es devocional. En un tema como este es si quieres más sagrado, porque habla de una fraternidad, de lo que supone irse, y de que no podemos irnos juntos, aunque muramos de la mano", explicó la actriz, que aquí da vida a una matriarca itinerante -asumimos que romaní- que desea poder morir en paz. "Mi película, en cierto modo, es una forma de reflexionar sobre el problema del fin de la vida. Y eso no lo podía hacer solo. Por eso busqué actores excepcionales que estuvieran dispuestos, incluso, a hacer papeles pequeños", añadía cómplice un Costa-Gavras que también ha contado para el filme con Charlotte Rampling.

Tras pasarse cinco años sin firmar ningún proyecto cinematográfico, centrado en su labor de dirección en la Cinématheque parisina, Costa-Gavras entiende que 'El último suspiro' es una especie de diario de reflexiones que ahora, por fin, hace público: "He llegado a un momento de la vida en el que el horizonte se empieza a ver muy cerca. Estoy en un momento perenne de reflexión sobre el problema del final de la vida. Y, dándole vueltas, he entendido que todo tiene que ver con la dignidad. Todo pasa por la dignidad. No solo la propia, sino también la ajena. Tener gente que te rodea que viva de manera digna. Lejos de recuerdos malos, tristes, inquietantes. También me he sentido nostálgico, que es un sentimiento muy fuerte y que me ha acompañado durante mucho tiempo", confiesa a Kinótico el histórico realizador heleno.

"He llegado a un momento de la vida en el que el horizonte se empieza a ver muy cerca" (Costa-Gavras)

Preguntado acerca del tono de la película, que va desde lo más ligero y coquetea con la "feel-good movie" hasta momentos devastadores en lo emocional, Costa-Gavras explica que todo parte de un proceso muy meditado: "Me pregunté quién era el actor más famoso de Francia y di con Kad Merad. Le dije que no haríamos reír, que seríamos gentiles, dulces, como un padre para sus pacientes. Ese fue el trabajo de tono con él. Y con Ángela, por ejemplo, trabajamos desde el humor, la diversión. El médico le llega a preguntar si quiere ver a un psiquiatra, y ella le dice que no, que su psiquiatra será Dios", bromea el director, sobre una Molina a la que parece irle bien en estas lides: "Es como si la muerte me diera suerte", bromea la actriz, que califica de coincidencia cósmica la puesta de largo de este proyecto y la victoria en Toronto de 'Polvo serán', película de Carlos Marqués-Marcet que también veremos en la inminente Seminci.

Kad Merad y Denis Podalydès en un fotograma de 'El último suspiro', de Costa-Gavras
Kad Merad y Denis Podalydès en un fotograma de 'El último suspiro', de Costa-Gavras · Fotografía: WANDA FILMS

Quizá logrando el objetivo crepuscular del que se quedó a las puertas Víctor Erice hace un año en Donosti, Costa-Gavras se sincera en Kinótico sobre un proceso de desencanto con el cine que le ha tenido cinco años apartado de los rodajes: "Voy a hacer, quiero hacer más películas después de esta. El problema es encontrar la historia. Yo siempre he hecho películas con historias que me interesan profundamente. Para mí, hacer una película es una historia de amor. Con la historia, los personajes y lo que está pasando. Si no tengo esa historia de amor, no lo tengo. Hubo un momento en mi carrera en el que empecé proyectos con poco amor y me fui distanciando de ellos. Me desenamoré completamente del cine. Me dejó de interesar, como una mujer que no te gusta más. Esta película está llena de amor, y de amor a la vida", se despide el realizador.

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