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Crítica

Joaquin Phoenix y Lady Gaga se salvan de la quema en una cobarde ‘Joker: Folie à Deux’ que se aleja de lo político y lo social

Todd Phillips vuelve a remar a contracorriente en una secuela formalmente exquisita que prefiere saltar los incendiarios charcos que le dieron el León de Oro en Venecia

Venecia·Actualizado: 04.09.2024 - 17:00
Primera imagen de Lady Gaga y Joaquin Phoenix en ‘Joker- Folie à Deux’
Primera imagen de Lady Gaga y Joaquin Phoenix en ‘Joker- Folie à Deux’ · Fotografía: Warner Bros. Discovery

Todd Phillips vuelve al lugar en el que hace cinco años nació el fenómeno de ‘Joker’, una vuelta de tuerca a las adaptaciones de los cómics de superhéroes que acabó haciendo historia con el León de Oro del jurado presidido por Lucrecia Martel, convirtiéndose en la primera cinta con una calificación por edades dirigida a adultos en superar los mil millones de dólares en taquilla y dando el Oscar a un icónico Joaquin Phoenix. Si con la anterior película el director de ‘Resacón en Las Vegas’ ya hizo saltar por los aires las expectativas de afines y escépticos, con ‘Joker: Folie à Deux’ vuelve a sorprender al dejar en un segundo plano la denuncia social, política y sistema que hacía especial a aquella. Los resultados, sin embargo, son mucho más frustrantes.

Tras crear el caos en la ciudad de Gotham, Arthur Fleck es internado en el psiquiátrico de Arkham mientras espera al juicio por sus crímenes cometidos en nombre del Joker. Allí el preso conoce a Harleen “Lee” Quinzel (más conocida en los cómics como Harley Quinn), una ‘groupie’ obsesionada con él con la que se abre al amor y a una conexión con la música que le sirve para sacar todas esas emociones que no sabe verbalizar.

Es de agradecer que Phillips no se haya limitado a repetir viejos trucos en una secuela que, probablemente, ni él ni Phoenix querían hacer. Sin embargo, es difícil quitarse de encima la sensación de que detrás del reseteo del relato está su voluntad (o la del estudio) de alejarse de la incendiaria fórmula de la anterior por culpa de las interpretaciones, a menudo simplistas y erróneas, que decían que ‘Joker’ era en realidad una glorificación de la violencia y una película peligrosa.

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