TRIBUNA

El mensaje de Pedro Almodóvar voló hacia los oídos adecuados… a la hora más intempestiva

El director manchego respondió en plena gala de los Premios Goya a los insultos de VOX contra el sector audiovisual y sus supuestos privilegios de "señoritos"

Madrid·Actualizado: 12.02.2024 - 05:59
El director Pedro Almodóvar, en el escenario de la gala de los Premios Goya 2024 en Valladolid
El director Pedro Almodóvar, en el escenario de la gala de los Premios Goya 2024 en Valladolid · Fotografía: Jesús Briones / GTRES

Había pasado ya la una de la madrugada cuando la gala de los Premios Goya 2024 -que, como dijimos en nuestro podcast de análisis, condujeron brillantemente Ana Belén, Javier Calvo y Javier Ambrossi… y escribieron no menos brillantemente Pilar de Francisco y Paloma Rando- entregaba el galardón a la Mejor Película a ‘La sociedad de la nieve’ de Juan Antonio Bayona, que arrasó con 12 estatuillas. Sobre el escenario apareció Pedro Almodóvar, acompañado por buena parte del elenco de ‘Todo sobre mi madre’, para escenificar el ritual de la lectura del premio. No era la primera vez que el grupo salía a escena, porque hacia la mitad de la gala ya habían protagonizado la ‘escena del sofá’ con los Javis que recordó el 25 aniversario de la película en uno de los momentos más memorables que se recuerdan de las últimas galas. La nostalgia y el glamour deben ser las patrias de una gala como esta.

Así que en esta segunda incursión, el director manchego -rodeado por Penélope Cruz, Marisa Paredes, Cecilia Roth y Antonia San Juan- tenía solamente la misión de abrir un sobre y entregar una estatuilla. Y sin embargo hizo otra cosa, algo que solo otro entregador (Gael García Bernal) se había permitido hacer: se salió del escueto guion previsto para quienes entregan premio y lanzó el mensaje más político de la noche. Miró fijamente a la platea, se dirigió hacia el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, y respondió a los insultos del representante de VOX contra el sector audiovisual. Ante el calificativo de “señoritos” que cobran subvenciones millonarias por hacer películas que nadie ve, Almodóvar recordó que el cine y las series devuelven con creces el dinero que reciben -mucho menos que el destinado a otras industrias- a través de la creación de puestos de trabajo y, por tanto, a través del pago de impuestos a las arcas públicas. Y todo esto sin poner un pie en el terreno pantanoso de las recompensas morales, educativas y de prestigio internacional para la sociedad española, que a esto de la Marca España se le podrían dedicar varios párrafos.

"Hay que devolver ese boomerang de odio, en las atalayas más altas y vistosas que se pueda, y convertirlos en caudales de datos y mensajes veraces"

Almodóvar lo hizo con aplomo y de forma sencilla y directa, sin rodeos ni titubeos. Es verdad que podría haber jalonado su intervención con algún dato económico concreto que comparase las ayudas al cine con los ingresos de Hacienda, pero eso no empañó en absoluto el objetivo final de sus palabras. Que no eran los oídos del señor García Gallardo. No, ni mucho menos. Los destinatarios finales de las valientes palabras del director de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ o ‘Volver’ fueron los oídos de los 2.359.000 millones de espectadores que estaban viendo la gala en casa. Esos españoles a los que, de forma continuada y sin ningún miedo, hay que proteger de los mensajes intoxicadores de una ultraderecha que -digámoslo todo- persiguió este tipo de atención mediática en una de las retransmisiones más vistas del año. VOX no insultó al cine solo por ideología -que también-, sino como parte de un plan de marketing para no perder pie en el expositor electoral.

Los Javis y el equipo de la película en el homenaje a 'Todo sobre mi madre' en la 38 edición de los Goya
Los Javis y el equipo de la película en el homenaje a 'Todo sobre mi madre' en la 38 edición de los Goya · Fotografía: Jesús Briones / Gtres

Desafortunadamente quedaron atrás los tiempos en los que los ataques de la ultraderecha debían ignorarse para no concederles tiempo en ‘prime time’ y engordar sus “contactos” con la audiencia. Hoy el genio ha salido ya de la lámpara y la estrategia debe ser otra: hay que devolver ese boomerang de odio, en las atalayas más altas y vistosas que se pueda -valgan los Premios Goya- y convertirlos en caudales de datos y mensajes veraces. Y si puede ser en boca de uno de los directores con más prestigio de nuestro cine, mejor. El único borrón fue la hora. No volveré a incidir en el error de retransmitir una ceremonia a tan avanzada hora de la noche, pero sí señalaré el hecho de que se dejó al arbitrio de Almodóvar la responsabilidad de lanzar el mensaje de que el cine español es productivo y conveniente. Es difícil para los Goya meter el dedo en el ojo desde la organización -somos conscientes- a un partido que cogobierna con el PP en el Ayuntamiento de Valladolid. Muy difícil, por no decir imposible.

No sé bien cómo podría haber propiciado el momento la propia gala. ¿Quizá un monólogo, en la primera hora, que desgranase esos datos? Es muy complicado. Lo que sí sé es que si el mensaje de Pedro Almodóvar se hubiera difundido, pongamos, a las 22.30h, habría tenido muchísimo más eco y habría sido el doble de eficaz. Pero allí estuvo, a las tantas de la madrugada. Con la entereza y la fuerza que proporciona decir la verdad. Como director de un medio de comunicación que forma parte del ecosistema y por tanto de la familia del cine español solo tengo dos palabras más que decir: Gracias, Pedro.

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