Entrevista

Amaya Villar Navascués: "Abrir tu intimidad en una película es un salto al vacío, pero conectas con las experiencias del público"

Llega a los cines 'Contigo, contigo, y sin mí', un documental que opta al Goya sobre el amor romántico y las relaciones afectivas de la directora a lo largo de 20 años

Madrid·Actualizado: 18.11.2023 - 07:00
Amaya Villar Navascués en un fotograma de su película 'Contigo, contigo, y sin mí '
Amaya Villar Navascués en un fotograma de su película 'Contigo, contigo, y sin mí ' · Fotografía: Montgó Films

Definir 'Contigo, contigo, y sin mí' resulta difícil porque en cierta forma lo encajona, limita el proyecto artístico de la directora, guionista y montadora Amaya Villar Navascués a una etiqueta. Es un documental sobre relaciones afectivas. Es un montaje narrativo de experiencias vitales reales e íntimas a lo largo de 20 años de vida. Y es también un drama sobre los discursos de opresión que subyacen en el terreno afectivo y personal (que siempre es, efectivamente, político) de una mujer.

La película cuenta la historia de su directora, y de los hombres de los que se enamoró desde que tuvo 18 años hasta sus actuales 38. Ahora llega a nuestros cines para compartir la historia de Amaya y sus relaciones al tiempo que buscar la conexión con otras muchas historias de mujeres que se han enfrentado a la idea del amor romántico en sus propias carnes. Aunque 'Contigo, contigo, y sin mí' nace mucho antes. Cuenta la realizadora que todo empezó gracias a que una buena profesora de montaje que había tenido le pasó la convocatoria de las Residencias de la Academia de Cine.

"Llevaba con esta historia siete años en un cajón. Y cuando recibí aquella propuesta fue como: 'Voy a abrir la caja de los truenos'", cuenta Amaya Villar Navascués a Kinótico. "Hice un teaser que presenté a la Academia, basado en un videodiario de una relación en la que yo juraba amor eterno, algo que colisionó claramente con la realidad", explica. Cuando la seleccionaron, "no me lo podía creer, la verdad".

El proyecto fue, además, mentorizado por Fernando León de Aranoa, que conectó con la propuesta de Amaya y la hizo crecer hasta alcanzar estos 20 años de relaciones que cuenta 'Contigo, contigo, y sin mí'. "Fue muy bonito, aunque al principio fue más bien de repasar todo lo que tenía grabado, porque lo grababa todo y tenía un archivo ingente de mi vida", cuenta. "Fernando es muy amable y su mentorización se basaba en marcarme hitos, que fue importantísimo. Pero al final era un poco como ir al psicólogo, porque mi película era un poco contar mi vida, y él se sentía identificado con muchas cosas, y compartimos muchas ideas".

"Cuando abres tu intimidad, los demás se sienten libres de poder compartir sus experiencias y se establece un hilo de unión con mi historia" (Amaya Villar Navascués)

Antes de su estreno oficial, la película se pudo ver en Abycine, y ha tenido varios pases, tanto para académicos como especiales. Amaya cuenta que aun sin estrenarse, ya ha tenido un feedback sorprendente: "Cuando abres tu intimidad, que es un poco como saltar al vacío, se abre una conexión con los demás que hace que se sientan libres de poder compartir sus experiencias también. Todo el mundo se siente identificado en algo y se establece un hilo de unión con mi historia".

El proceso de montaje, casi andamiaje de centenares de horas material grabado en 20 años, fue un camino difícil de recorrer y lleno de dudas. "Tuve muchos reparos porque contar la vida propia implica contar la vida de los que han estado a tu lado", reflexiona, "revisando material me di cuenta de que uno de los novios que había tenido siempre se tapaba la cara cuando le grababa. Y se me ocurrió de qué forma podía combinar el proteger su intimidad con contar yo lo que necesitaba contar". Así, salvo una de las exparejas de Amaya, el resto aparecen con sus rostros y cuerpos animados, así como los nombres cambiados. "Es un mecanismo narrativo, pero fue un proceso personal que tuve que afrontar, el contactar uno por uno con todos ellos, para pedirles permiso. Y fue muy bonito darse cuenta de lo generosos que podían ser".

Fotograma de 'Contigo, contigo, y sin mí'
Fotograma de 'Contigo, contigo, y sin mí' · Fotografía: Montgó Films
"Montar esta película fue un proceso de empoderamiento y de descubrir quién era yo" (Amaya Villar Navascués)

Mientras montaba su película, Amaya se vio mucho a sí misma y se enfrentó a la idea de tener que lidiar con su pasado, con una Amaya que no representaba a la actual, que no pensaba ni sentía como ella. En cierto modo, esto es también uno de los planteamientos más interesantes de su película: la consciencia de que nada es permanente, y de que cambiar de opinión y de sentir es connatural a la vida. Aunque a veces nos cueste reconocernos en aquello que pensábamos y sentíamos. "Fue un proceso de empoderamiento y de descubrir quién era yo", cuenta la directora, y añade: "Invito a todo el mundo a revisar el material casero que tenga de sí mismo o de sus familias, porque se dará cuenta de que los recuerdos son muy engañosos: a veces crees que eres de una manera, y descubres que eras de otra".

"Para mí, revisar estos 20 años de relaciones, fue un despertar", concluye, "porque ves una evolución, ves que el movimiento feminista que se ha hecho fuerte en España en los últimos años, ha tenido un reflejo en mi manera de actuar, en mis relaciones. Confrontar todas las ideas que yo tenía de cómo quería que fuese mi futuro, y cómo ha sido en realidad, fue muy terapéutico porque al final me encontré a mí misma".


Tráiler de 'Contigo, contigo y sin mí'

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