Marián Salgado, la actriz que prestó su voz a la niña de 'El exorcista': "No he visto la película"

La sonrisa de Marián Salgado es tan amplia y tan luminosa que hablar con ella del cine de terror de los años 70 parece un contrapunto forzado. Pero es justamente su breve e intensa carrera en el audiovisual, con tres hitos en ese género del grito, la que le ha llevado esta semana a Monforte de Lemos, la capital de la Ribeira Sacra. Salgado participó en '¿Quién puede matar a un niño?', la obra maestra de Chicho Ibáñez Serrador; fue 'La endemoniada' de Amando de Ossorio... y, sobre todo, fue una de las voces de Regan en la mítica 'El exorcista', de William Friedkin, el clásico del terror de 1973 que ahora cumple medio siglo.

El festival de cine de Monforte de Lemos, el Fancine de Lemos, ha aprovechado ese 50 aniversario para homenajear a Salgado, que pasea por las calles de la pequeña ciudad con la camiseta negra de la muestra. "Esto son milagros que te da la vida cuando parece que ya no te queda mucho por vivir, y de repente te vuelven a rejuvenecer. Marián Salgado ahora se dedica a ser feliz, que le ha costado mucho conseguirlo: a escribir, a ver amanecer, a ver todas las puestas de sol que sean posibles... y a vivir cada día como si no hubiera un mañana. Así que todo es un regalo", dice, tras revelar que vive en un pequeño pueblo de Ávila en el que cultiva su propia huerta.

"Fue una absoluta casualidad toparme con tan buenos directores", dice, "fue una cosa del destino, lo que yo no podía imaginar era que aquello me iba a suponer las cosas que me están pasando hoy". Salgado comenzó su carrera a los 6 años en televisión y en radio, recién llegada de su Chile natal. "Empecé por hambre, no teníamos para comer, y mi madre se encontró con un chileno que era director de televisión -Marcelo Bravo-, que estaba buscando a una niña para hacer una cosa en televisión que se llamaba 'La muñeca', con Sancho Gracia, y a partir de ahí fue no parar". El cine le llegó a los 10 años, cuando resultó seleccionada para incorporarse al equipo de doblaje de 'El exorcista'.

El miedo al terror de Salgado

"No, no, no la he visto y no la pienso ver", confiesa Salgado. "Soy muy cagueta, no puedo ver películas de terror. ¡Y me gustaría! Mis amigos hacen películas de terror, querría estar con ellos, pero es que luego llega la noche y mis pesadillas son brutales", asegura, a pesar de que todas las escenas que dobló fueron aquellas en las que el personaje Linda Blair aún no estaba poseído. "El doblaje fue maravilloso. Ten en cuenta que lo dirigía Fernando Rey, y Fernando Rey era un absoluto amor de señor, un encanto, que me cuidó y me mimó como quizá no lo ha hecho prácticamente nadie. Él estaba muy pendiente de mí, solo he visto los 'takes' que doblé, yo no vi ni una sola escena que pudiera molestarme, herirme, que se oyera algo malsonante... él se cuidó de todo eso".

También recuerda Salgado con mucho cariño a Chicho Ibáñez Serrador -"conmigo fue un amor, me trató como una adulta y me explicó muy bien lo que quería del personaje"- recuerda la actriz y escritora sobre el rodaje de '¿Quién puede matar a un niño?' (1976). De 'La endemoniada' dice que fue "un trabajo muy duro", cuyo rodaje le coincidió con una doble función en el Teatro Arniches -'La más hermosa niña del mundo', con José María Prada y Julia Martínez-, y a eso sumaba su trabajo en el cine. "Alguna escena me costó mucho porque era un poco desagradable para mí", recuerda Marián, "pero fue un trabajo interesante. Y quizá en aquel caso estuve sobreprotegida, yo hacía preguntas que nunca se me respondían".

Pero aquella breve incursión audiovisual terminó con la llegada de la democracia. "La interpretación me abandonó a mí, ten en cuenta que después de la muerte del dictador empezó una ola del cine de destape... en la que yo no puedo encajar, tengo 13 o 14 años y yo no puedo encajar en eso. ¡Y tengo que vivir! Así que la interpretación y yo nos fuimos separando", dice sin ninguna nostalgia. Hoy Salgado, que ha plasmado sus vivencias en el cine en el libro 'La hija del periodista. Autobiografía de la hija del fantaterror', está inmersa en la escritura de su segundo libro de relatos... y sigue aceptando pequeños papelitos que le ofrecen sus amigos.