Los festivales españoles se enfrentan a un otoño 2023 que será muy distinto al de 2022

Tras una década de relativa estabilidad, el otoño festivalero español se enfrentará a la vuelta de las vacaciones de 2023 con un panorama distinto al del año 2022. Son varios los factores que van a afectar tanto al calendario como al contenido de los certámenes, pero si tuviéramos que redactar una lista provisional, esta podría contener: los cambios políticos derivados de las últimas elecciones municipales -sobre todo marcados por la llegada de VOX a varias concejalías de Cultura en ayuntamientos clave-, la reflexión sobre el tamaño de los propios festivales azuzada por la Berlinale, el número cada vez mayor de títulos españoles que requieren una ventana de lanzamiento… y el propio paso del tiempo, que no se puede desdeñar como factor. Todos estos ingredientes van a ser parte de un otoño que dibujará un panorama nuevo para los festivales, y que habrá que ver si ofrecerá cambios cosméticos y pasajeros, incluso en el calendario, o si van a llegar para quedarse.

El viernes 22 de septiembre dará comienzo la edición número 71 del Festival de San Sebastián. Ese número ya indica que las cosas en el Kursaal van a ser distintas. La celebración del 70 aniversario, el año pasado, va a dar paso a una sección oficial algo menos lustrosa -sobre el papel-, y en el equipo de dirección resuena la decisión adoptada por Berlín hace unas semanas: reducir su tamaño para asegurar su viabilidad. José Luis Rebordinos -que ha multiplicado el tamaño de la muestra desde que llegó al cargo- lleva todo el verano repitiendo lo contrario, y lo volvía a hacer hace unos días en la Cadena SER: “Tenemos que seguir creciendo para no quedarnos atrás”. San Sebastián será también el festival más afectado por la huelga de actores en Hollywood. Ha tenido que renunciar a dos premios Donostia y a una presidenta del jurado, y está en plenas negociaciones con Javier Bardem para que pueda acudir a recoger su galardón.

Este miércoles 23 de agosto conoceremos los primeros pasos de José Luis Cienfuegos al frente de la SEMINCI de Valladolid, un festival en el que aterrizó en primavera tras su paso de una década (de nuevo una década) por Sevilla. El sector espera ansioso que este gestor cultural, que modernizó tanto Gijón como el festival de cine europeo, le aporte nuevos aires a la cita castellana, que… cargada de prestigio, se había quedado algo atascada en el tiempo: quizá no tanto en sus contenidos sino en su propio formato como festival. Hoy se presentan los títulos españoles que estarán en SEMINCI, y se espera que su presencia en la muestra sea apabullante. Una de las intenciones del certamen es volver a acercar Valladolid a la industria nacional. Y aquí llegamos a otro factor clave, al factor político. Cienfuegos llegó a Valladolid justo antes de las elecciones municipales de mayo que cambiaron el signo del ayuntamiento y le dieron la concejalía de Cultura a VOX. Para evitar turbulencias, el alcalde Carnero anunció un cambio en los estatutos de la SEMINCI para poder hacerla depender de Turismo, que controla el Partido Popular. También será la cartera que supervise los Goya del próximo febrero.