Arantxa Echevarría: "Llevo 50 años intentando ser directora, ¡ahora tengo que aprovechar!"

En Kinótico, durante nuestra cobertura especial del Festival de San Sebastián en colaboración con FRED Film Radio, hemos charlado con Arantxa Echevarría, directora de ‘Chinas’ y con Leonor Watling y Xinyi Ye, dos de las protagonistas de la película. Arantxa Echevarría se dio a conocer con la presencia en el Festival de Cannes de su debut en el largometraje ‘Carmen y Lola’, está combinando proyectos comerciales y de autor en su carrera, que incluye comedias como ‘La familia perfecta’, series como ‘Días mejores’ y proyectos como ‘La infiltrada’ o ‘Políticamente incorrectos’.

“Es que llevo 50 años intentándolo entonces ¡ahora tengo que aprovechar!", se muestra entusiasta la realizadora. "Tengo proyectos muy chulos. La gente ahora me llama. Yo era cortometrajista y sufría muchísimo. Todo el mundo me dice que no me pase... pero llevo 50 años y voy a abrazarlo”, relata. Ante el buen momento de su carrera, lleno de proyectos, Arantxa Echevarría confiesa que seguirá trabajando todo lo que pueda: “Obviamente con proyectos que siempre me gusten y, por ejemplo, 'Chinas' la considero mi segunda película de autor”.

Para esta película la realizadora vuelve a asomarse a su propia experiencia vital. "Como siempre soy muy pesada y me miro mucho para dentro", bromea. "Es que yo vivía encima de una tienda de alimentación en Lavapiés, hace muchos años. Y yo soy técnico de cine, ya sabes, cortometrajista. Y entonces llegaba tardísimo a casa no tenía nunca nada para cenar. A partir de las 12 estaba en el bazar siempre comprando algo. Y ahí estaba Lucía: esta niña de 9 años, a la que ayudaba con los deberes y me preguntaba cosas". Es a partir de la relación con esta niña y su familia, así como una carta de reyes magos inesperada, de donde sale la necesidad de realizar esta película.

En ‘Chinas’, que ha participado en la gala RTVE del Zinemaldia, Leonor Watling interpreta a la madre de una niña china en adopción que tiene que lidiar con su integración en la familia y en la sociedad; Xinyi Ye es una adolescente nacida en España, hija de inmigrantes chinos, que se debate entre la cultura de su familia y la del país en el que nació. Arantxa relata que estuvo meses hasta encontrar la familia perfecta, probando diferentes opciones de casting hasta encontrar la familia que "más química le daba y más creía". Y dentro de esa familia Xinyi Ye era una pieza fundamental. "No fue un casting duro pero fue muy largo", confiesa la actriz novel, "cuando pensaba que ya no me iban a llamar, de repente, venga otro casting. Se hizo casi rutina". Para Arantxa la actriz siempre estuvo presente y contaba con una ventaja y es que "era la menos españolizada de las que había".

A Leonor Watling, con una ya más que extensa carrera, le sorprendió la forma de mirar de la directora, en donde ponía el foco. "Me fascinó todo lo que sabía Arantxa, todo lo que había hablado, toda la gente que había conocido... desde dónde estaba contando la historia y porqué la estaba contando", y añade, "me contó la historia con la niña del bazar que quería un juguete por Reyes y, de repente, me pasó lo mismo que que le pasa a Carolina (Yuste) en la película: ¿cómo no le vas a comprar un regalo de Reyes? Y luego me di cuenta de lo cínico que era eso. Si fuera noruego y no celebrara esta festividad diría qué cool".

Tanto Xinyi Ye como Leonor Watling alaban la forma distendida y relajada de rodar de Arantxa, y lo hacen desde momentos de sus carreras muy diferentes. A Xinyi, para la que todo era nuevo, le sorprendió que "está claro que es una profesional, pero cuando no estaba grabando parece una niña y se lo pasa genial con las niñas". Algo en lo que coincide Leonor destacando que "es muy divertida y muy relajada con todo el equipo, además, que a mí eso siempre me gusta. Una peli es un trabajo en equipo, somos muchos y todos estamos muchas horas. Y Arantxa con todo el equipo, con todos los actores... es maravillosa, divertidísima y muy respetuosa de los trabajos y los oficios de todos".

La realizadora rebota los halagos y mantiene que son sus actrices las que le facilitan enormemente el rodaje. "Es que tenía mucha suerte, porque te juro por Dios, y lo digo de corazón, que creo que Leonor es una de las mejores actrices con las que me he encontrado y la he estado puteando diariamente", afirma. Un proceso de rodaje que en muchas ocasiones jugaba a la improvisación, a grabar reacciones sin previo aviso y poniendo a sus actores fuera de su zona de confort. Un reto que Leonor aceptó y agradece: "para los actores que llevamos mucho tiempo trabajando de actores, lo hablábamos mucho Pablo molinero y yo, que de repente todo lo que has aprendido de tu oficio, que te sirve, es todo lo que no vale una en una película así. Todos los recursos que tienes te hacen mal".

Un rodaje con un gran reparto infantil que en vez de complicar las cosas lo hizo más divertido. "Ha estado siempre cuidando mucho de nosotras. Hacíamos los ensayos con cámaras y con el micro para que nos fuéramos acostumbrando", relata Xinyi Ye. Para Arantxa Echevarría era fundamental que las más pequeñas se encontraran relajadas y a gusto: "Hicimos los ensayos en la misma casa donde se iba a rodar", nos cuenta, "y las niñas hicieron pijamadas, nos hemos ido de paseo, al parque de atracciones...". La experiencia ha sido tan positiva para la primeriza Xinyi Ye que ya se plantea una carrera dentro del mundo de la interpretación: "Estoy estudiando en la Academia Work In Progress. A ver si hay suerte y puedo seguir en esto".