Evolution Mallorca

Susanne Bier: "Mi mayor miedo es ser complaciente conmigo misma, hacer algo que no sea un reto y aburrirme de mí"

La ganadora del Oscar a Mejor Película de habla no inglesa ha acudido al Evolution Mallorca International Film Festival para presentar su retrospectiva

Palma·Actualizado: 24.10.2023 - 04:17
La ganadora del Oscar Susanne Bier habla con el público en el Evolution Mallorca International Film Festival
La ganadora del Oscar Susanne Bier habla con el público en el Evolution Mallorca International Film Festival · Fotografía: Johanna Gunnberg

Tras la entrega de los galardones que el Evolution Mallorca International Film Festival otorgaba al director de fotografía Erik Messerschmidt, la directora Isabel Coixet y el actor Daniel Brühl, los premiados honoríficos de esta edición, quedaban aún dos nombres destacados por pasearse por el CineCiutat de Palma: Mads Mikkelsen y Susanne Bier. El primero vino a presentar 'Bastarden (La tierra prometida)', la nueva película de Nikolaj Arcel que vimos en Venecia y en San Sebastián.

La segunda presentó una retrospectiva de su trabajo con proyección y coloquio y, además, realizó un encuentro con el público en el Estudi General Lul·lià, donde se han realizado estos días charlas y coloquios diversos como el que protagonizó Isabel Coixet el pasado jueves. En esta ocasión, la oscarizada directora de 'En un mundo mejor' repasó su trayectoria y compartió sus filias y sus fobias sin ápice de pudor ni altanería, con un humor y una humildad desarmantes.

"Mi mayor miedo es ser complaciente conmigo misma, hacer algo que no me suponga un reto, aburrirme de mí", explicaba la realizadora. Una emoción que ha guiado su trayectoria, transitando la comedia romántica sin complejos en títulos como 'Amor es todo lo que necesitas', el drama policíaco en 'Una segunda oportunidad', e incluso el terror sobrenatural de 'Bird Box'. "A mí me excita aprender, cuando me pongo con un género en el que no he trabajado para mí es una oportunidad de empaparme de filmografías y títulos que no había visto, aprendiendo de los mejores cada día".

Tras una carrera en Dinamarca, con paradas en la cinematografía sueca como 'Una vez en la vida', Susanne Bier desembarcó en Estados Unidos en 2007 para rodar en inglés con estrellas como Halle Berry y Benicio del Toro. Un tránsito que no fue fácil, según cuenta. "Sam Mendes había visto 'Después de la boda', nominada al Oscar de habla no inglesa, y quería que hiciese 'Cosas que perdimos en el fuego'", cuenta, "si bien al principio tienes miedo, eso lo vas a tener en todos los proyectos, en cada uno de los retos que aceptes, por eso mi aproximación al trabajo no cambió: lo principal es saber saber dónde quieres llegar emocionalmente con una historia".

"Cuando rodaba en Dinamarca nunca me invitaron a ningún gran festival europeo, porque se ve que no daba la imagen de artista sofisticada" (Susanne Bier)

Según ella, lo que la mueve a aceptar un guion o un encargo es la curiosidad: "Siempre me he dejado guiar por mi instinto, me dejo guiar por el proyecto, por la curiosidad que me genera, no por pensar mi carrera de determinada forma". Aún hoy defiende que nadie es profeta en su tierra: "Mis películas danesas tienen más crudeza, y creo que también tienen una intensidad emocional que tiene mucho de mí. Pero en aquella etapa no está de más recordar que nunca me invitaron a ningún gran festival europeo, porque se ve que no daba la imagen de sofisticada artista que demandaban", reflexiona, "no sé si pensaban que era demasiado mainstream, tal vez, pero la verdad que siempre me he interesado por la audiencia, no desde un punto de vista comercial, sino de cómo recibe la audiencia mi película, si consigue conectar con ella o no".

Habiendo rodado en ambos lados del charco, opina que "los rodajes en Europa son muy distintos, hay algo más de camaradería, diría. En Estados Unidos no te sientas a comer con el casting, cada uno va a lo suyo", pero algo que tiene claro es que cuanto mayor es el proyecto, más batalla el cineasta para defender su visión creativa. "Hacer una película con presupuesto pequeño te da automáticamente más control; mientras que si tienes que dar la cara ante varios inversores...", dice mientras resopla. "Es una balanza muy complicada: algo que nadie te dice que tienes que saber cuando eres director de cine es que ser director es un tira y afloja entre tu visión intuitiva y todos los comentarios, inputs, consejos y cambios que te llegan". Es más, según cuenta, "lo que te define es cómo afrontas las demandas cuando para ti no tienen sentido. Saber dónde cedes y qué te resulta imprescindible. Es cuando te plantas: puedo vivir cediendo en esta demanda, pero este elemento de la historia no puedo tocarlo".

"Ser director de cine es tener un tira y afloja cosntante entre tu visión y todos los comentarios que te llegan" (Susanne Bier)

La misma batalla, dice, la ha tenido que librar trabajando para la pequeña pantalla en series como 'The Undoing' para HBO o 'The First Lady' para Showtime. Con el añadido de la complejidad que, según la directora, tiene la ficción seriada: "Una serie es un puzzle muy, muy grande. Porque en el sentido de la estructura estás rodando una escena del quinto capítulo y luego la primera escena del segundo. Cada pieza de información es esencial, y cómo se transmite también lo es. Mientras que en una película es algo más contenido".

Si echa la vista atrás, Bier cree que solo le diría una cosa a la directora de cine que con 29 años rodaba videoclips para Alphaville y nunca soñó con ganar un Oscar ni rodar con algunas de las estrellas más grandes del firmamento hollywoodiense: "Viste mejor", bromea, "bueno, si le tuviera que decir algo a aquella persona le diría: 'Disfrútalo'. Cuando gané el Oscar tardé como dos semanas en procesarlo y ni por esas empecé a disfrutarlo. Se me da fatal recibir complementos y halagos, pero le diría a mí yo más joven que, hiciese lo que hiciese, intentara disfrutarlo".

La directora Susanne Bier responde a preguntas del público en el EMIFF
La directora Susanne Bier responde a preguntas del público en el EMIFF · Fotografía: Johanna Gunnberg

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