Entrevista

Paco Poch, distribuidor de 'Alma viva': "La nominación al Goya a Mejor Película iberoamericana sería el colofón perfecto"

La candidata portuguesa a los Oscar, dirigida por Cristèle Alves Meira, compite por el Goya a Mejor Película Iberoamericana y el Gaudí a Mejor Película europea

Madrid·Actualizado: 08.11.2023 - 05:42
Paco Poch, distribuidor de 'Alma viva' en España
Paco Poch, distribuidor de 'Alma viva' en España · Fotografía: Academia de Cine Catalán

La carrera de premios y reconocimientos para ‘Alma viva’, la primera película de la cineasta franco-portuguesa Cristèle Alves Meira, sigue su curso meses después de ser elegida por Portugal como candidata a representar al país en los Oscar y ganar el Premio Pilar Miró a la Mejor Dirección Novel en la Seminci. Fue precisamente ahí, en la anterior edición del festival vallisoletano, donde la descubrió Paco Poch, distribuidor de 'Alma Viva' en España con el que hemos hablado en Kinótico de este hallazgo, de sus puntos fuertes en la carrera de premios –tanto en los Goya como en los Gaudí– y de cómo ve él el mundo de la distribución y las salas.

“‘Alma viva’ es la primera película de Cristele, pero puede ser su manifiesto vital”. Así, en estos términos de entusiasmo, habla Poch de una película que recuerda que vio por primera y que le impresionó “por lo que le gusta a todo el mundo, por la proximidad que crea: te sientes como si esta historia la hubieras vivido tú, alguna parecida o, cómo mínimo, te sientes próximo a ella. Es algo que mucha gente me ha comentado”. La película otorga el punto de vista a la niña protagonista. En una entrevista con la directora antes del estreno, Alves Meira comentó a Kinótico que en algún momento Salomé iba a ser una adolescente. Sin embargo, decidió volver a la infancia para no perderse en otros temas. Esos temas que giran en torno a ‘Alma viva’ y de los que no se despega tienen que ver con ofrecer al espectador una reflexión “sobre el pasado y presente de Portugal de una manera entre realista y fantástica, y, sobre todo, de una forma muy original y única”.

‘Alma viva’ cuenta la historia de Salomé, una niña residente en Francia que pasa el verano en el pueblo portugués de sus padres junto a su familia. La muerte de su abuela sacude la vida de todo el pueblo, pero sobre todo la de Salomé, que tenía una fuerte conexión con ella. Una historia llena de humanidad y cercanía con la que conectar. Ese es, a ojos de Paco Poch, uno de los puntos fuertes de la película en la temporada de premios. “Diría que sí, la proximidad y la gran aportación de Cristèle de meter muchos elementos en la película, sencillos y normales, y atreverse a hacerlo… Es peligroso, porque podría haber sido un vodevil diferente, pero ella lo consigue controlar bien”.

Ese controlar todos los elementos de la narración y conjugarlos con acierto le ha valido varios premios y reconocimientos tanto a la directora como a la película, colocándola como una de las candidatas a sobresalir en la temporada de premios española. “’Alma viva’ ya triunfó en los principales premios de la Academia Portuguesa de Cinema, y ahora es una excelente candidata dentro del Goya a la Mejor Película Iberoamericana. Se merece ser una de las nominadas finales”, apunta su distribuidor, que valora que lograr esa nominación “sería el colofón perfecto para la gran trayectoria de premios y de crítica del film de Cristèle Alves Meira”.

En cuanto a sus rivales en los Gaudí en la categoría de Mejor Película europea, Poch reconoce que le gusta mucho la selección, que es una lista fuerte: “Estoy contento de que la lista sea tan buena y estar dentro, pero es que ‘Alma viva’ es redonda”. No en vano, dice de su directora el distribuidor, “representa a una nueva generación de talentosas cineastas iberoamericanas y europeas, premiadas en todos los festivales”.

En este punto, el distribuidor habla de la importancia de “dimensionar correctamente una cosa. La película está en su sitio, y hay mucho trabajo en ella. Son películas de viabilidad, de seis semanas de rodaje, de presupuesto más o menos asequible, es decir, una película que yo habría podido producir, que es mi estilo de distribución”. Dice que él podría haberla producido porque antes que distribuidor fue productor. Al ver que costaba tanto sacar adelante las películas que le gustaban –menciona durante la conversación los nombres de Pedro Costa, Béla Tarr y Kiarostamí, por ejemplo–, decidió pasarse a la distribución. Un sector en el que, podría decirse, juega con ventaja, “porque conozco a los productores que las han hecho [las películas que le interesan] y puedo hablar con ellos”.

De hecho, eso es lo que ocurrió en el caso de ‘Alma viva’. Tras verla en la Seminci y prendarse de ella, se puso en contacto con uno de sus productores, Gael Malenskien, de Fluxus Film, al que conocía, y le pidió que le dejase distribuirla. Y así llegó la ópera prima de Cristèle Alves Meira aquí, como antes que a ella Poch abrió la puerta de las salas españolas a Bruno Dumont con ‘Camille Claudel 1915’ y ‘Mia Hansen-Løve’ con ‘El padre de mis hijos’, por ejemplo. Al final, en el “día a día de un distribuidor, cada uno tiene su estilo”, explica. En su caso, selecciona a qué y dónde va, y su guía es “coger películas y gente que me gusten mucho, que yo hubiera querido producir”. Y ‘Alma viva’ entró directamente en ese esquema.

La "capacidad de maravillar" como criterio

Cuenta Paco Poch que “el criterio es la capacidad de maravillarte, la imagen más clara es la de sentarte en la butaca del cine y abrir la boca, de una manera natural, entusiasmarte. Si la película es buena, solo cuando empieza, cómo se mueve la cámara, los actores, la luz y el sonido, ya te metes en tu mundo y te apasiona. Esta conexión personal es lo más importante. De hecho, cualquier cosa en la vida que te acerca a ti es bueno, porque es donde estás cómodo”. Un criterio a la hora de elegir qué películas distribuir que entronca directamente con esa sensación de “proximidad” que destacaba anteriormente de ‘Alma viva’ por la que conecta con el espectador.

Las actrices Ester Catalão y Lua Michel, en una imagen promocional de la película 'Alma viva'
Las actrices Ester Catalão y Lua Michel, en una imagen promocional de la película 'Alma viva' · Fotografía: KINÓTICO

En todos estos años que lleva dedicado al mundo del cine, reconoce que le han dicho mucho que tiene “una trayectoria de proyectos más bien difíciles, elitistas, que lo ve poca gente”. A este comentario, él responde que “tiene que haber para todo el mundo. Cuando trabajas en un horno, haces deferentes tipos de pan para diferentes tipos de personas. Pues esto, lo mismo, yo hago este tipo de películas para quien le interesa, sea un 3% o un 10%, lo único es que la inversión que se haga en la película sea proporcional a la gente que la verá. Si voy a poner 10 millones de euros en una película que sé que la verá el 3% de la audiencia, me equivoco, pero si pongo un millón, no me equivoco, está bien”.

Al final, se trata de un modelo de convivencia, que el que quiera hace películas más grandes o blockbusters, argumenta, que los haga. “Está bien, cada uno que haga el tipo de guisado que le guste y le interesa, pero a mí me interesa el cine puro. Y esto no quiere decir que no se tenga que hacer y que no se tenga que poner dinero en él, pero que se ponga menos. Y que se dimensione. La línea única es horrorosa”, analiza, añadiendo que ”lo importante es hacerlas bien, que sean buenas”.

¿Y las salas? ¿Cómo ve un distribuidor el futuro de las salas? “A mí es que las salas me gustan mucho, me apasionan. Cuando estoy solo, no falla, no me doy cuenta y me meto en un cine y a veces empalmo y veo dos o tres películas. No hay recambio para esa experiencia. ¿El futuro cómo lo veo? No tengo ni idea. Pero en esto coincidimos muchos, en que hay que salvar y proteger las salas. En Francia lo hacen”, concluye.

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