Documental

Carmen Rodríguez, directora de 'Doñana': "Hemos abierto el camino para que otros muchos puedan continuarlo en el futuro"

Llega a las salas de cines un nuevo documental sobre naturaleza del equipo formado por José María Morales, Carmen Rodríguez y Joaquín Gutiérrez Acha

Madrid·Actualizado: 30.05.2025 - 05:30
Fotograma de 'Doñana, donde el agua es sagrada'
Fotograma de 'Doñana, donde el agua es sagrada' · Fotografía: Wanda

La belleza del parque natural de Doñana es apabullante, una maravilla natural que se convierte en el escenario de la nueva y última entrega realizada por los responsables de ‘Guadalquivir’, ‘Dehesa’ y ‘Cantábrico’. Producido por José María Morales, dirigido por Carmen Rodríguez y filmado por Joaquín Gutiérrez Acha, llega a más de 60 cines el documental ‘Doñana, donde el agua es sagrada’ (Wanda Visión), un recorrido por la biodiversidad, la belleza del paisaje y la huella que ha dejado el ser humano en un enclave único en el mundo, amenazado por las consecuencias terribles de las decisiones políticas y la falta de voluntad para proteger este humedal paradisíaco.

Esta película, narrada por Odile Rodríguez de la Fuente, hija del famoso naturalista y divulgador Félix Rodríguez de la Fuente, contribuye a la difusión de una de las grandes maravillas naturales de la península ibérica y consigue acercar al espectador a la fauna salvaje más inaccesible, en concreto, algunas especies que se encuentran en “grave peligro de extinción”, tal y como cuenta a Kinótico la directora de este documental. Su misión ha sido la de llevar a la gran pantalla una “experiencia sensorial única de imagen, sonido y buenas historias” que nacen donde el ojo humano no puede llegar.

Aunque evita afirmar que su contribución audiovisual a lo largo de varias películas ha cubierto un espacio de divulgación en el cine, algo que considera “pretencioso”, Rodríguez reconoce que sí han abierto una vía -la cinematográfica- que otros pueden explorar también a partir de ahora. “Creemos que simplemente hemos abierto el camino para que otros muchos profesionales puedan continuarlo en el futuro. Claramente este espacio al que nos referimos es el de las pantallas de cine, el lugar donde se ponen todos los sentidos a flor de piel”, ha señalado.

Rodaje de 'Doñana, donde el agua es sagrada'
Rodaje de 'Doñana, donde el agua es sagrada' · Fotografía: Wanda

‘Doñana, donde el agua es sagrada’ tiene una doble vocación, ya que no solo trata de mostrar la belleza del paisaje y la diversidad de su flora y su fauna, sino también llamar la atención sobre un lugar que agoniza y que a menudo ocupa un lugar destacado en las portadas de los periódicos, víctima de la negligencia por parte de las autoridades o simplemente herido por la inactividad política. “Doñana atraviesa una situación muy delicada y esto es de dominio popular. Comenzamos nuestros rodajes en el año de sequía más severa de la última década, y terminamos con el año hidrológico más abundante de los últimos años. Los expertos dicen que para que Doñana y sus reservas de agua subterráneas, los acuíferos, llegaran a recuperarse, necesitaría cinco años consecutivos de lluvias como el actual. Pero también podríamos acelerar el proceso si se ponen en marcha los planes y medidas que están, desde hace tiempo, encima de los despachos para gestionar el agua que podría entrar en Doñana cada año, como la recuperación del cauce del río Guadiamar o el freno a la sobrexplotación ilegal de los recursos hídricos”, comenta.

"Para que Doñana y sus acuíferos llegaran a recuperarse se necesitarían cinco años consecutivos de lluvias como el actual"

Precisamente, el título de este documental no es casual y encierra un mensaje destinado a calar en el espectador que se acerque a la sala de cine a disfrutar de estas imágenes. El objetivo, pues, es evitar que se olvide el sentido que tiene la figura de Parque Nacional o Espacio Nacional, territorios sobre los que existe una protección para el futuro, para conseguir conservar su biodiversidad. “La esencia de la vida en Doñana está en el agua, como humedal de primera categoría en nuestro continente. Por tanto, el subtítulo de nuestra película se refiere más que a lo que es, a lo que debería ser. En Doñana el agua es sagrada. Es un agua reservada, agua que no se toca, que no se roba. Y sólo así, perdurará en el tiempo”, ha enfatizado la directora de este documental.

Casi tres años de rodaje

Las particularidades climáticas de Doñana condicionaron el propio rodaje del documental, previsto en un inicio con una duración de dos años que se extendió casi uno más a causa de la ausencia de precipitaciones. “Pasamos casi dos años de sequía severa, hasta que se presentaron las lluvias. Por tanto, si un período de rodaje para un proyecto de esta envergadura precisa en torno a los dos años, Doñana necesitó de seis a ocho meses más”, cuenta Rodríguez.

Otro de los desafíos a los que se enfrentó el equipo de esta película, que marca varias diferencias con los anteriores proyectos, fue incluir la presencia del ser humano, tanto en la sobreexplotación acuífera del espacio como en las tradiciones que también modelan el lugar en el que se encuentra. La directora de ‘Doñana’ defiende que todas las demás producciones eran también diferentes entre sí, si bien las anteriores se ajustaban a un patrón común, según el cual las historias se contaban “al tiempo que se sucedían las estaciones”. En este caso, la narrativa cambia y se introducen elementos destinados a hacer “más dinámica y amena” la producción, con pequeñas películas que conforman una mayor.

Fotograma de 'Doñana, donde el agua es sagrada'
Fotograma de 'Doñana, donde el agua es sagrada' · Fotografía: Wanda

Como guinda de esta producción, ‘Doñana, donde el agua es sagrada’ cuenta con la voz narradora de Odile Rodríguez de la Fuente, bióloga y divulgadora científica, e hija además del célebre divulgador Félix Rodríguez de la Fuente, que en palabras de Rodríguez es “el motor que ha motivado a toda una generación en el oficio de la divulgación medioambiental en todas sus expresiones”. Su estela ha estado presente en todas sus películas, según reconoce, aunque en esta especialmente. Sin embargo, contar con la voz de su hija se debe solo a su bagaje, el de una “comunicadora ambiental” y una “profesional” en este campo.

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