El cine español se despide de José Luis Cienfuegos, todo un "protector del cine" y "un perfeccionista nato"

Pocas imágenes definen tan bien la relación de José Luis Cienfuegos, fallecido de forma repentina en la jornada del martes 2 de diciembre, como las incesantes muestras de cariño del cine español a lo largo y a lo ancho de las redes sociales. Personalidades de la industria como el productor Enrique Lavigne, que acababa de presentar en la última Seminci de Valladolid su película -codirigida junto a Marta Medina- 'El último arrebato', ejemplificaban el cariño con el que nuestro audiovisual se despedía del gestor cultural: "Me acabo de enterar de que se ha ido Jose Luis Cienfuegos y estoy en shock (...). Se va una parte importante del cine 'indi', del cine 'bueno', del que necesita empuje y energía. Esa que se ha dejado en una calle de Madrid hoy martes. Mi más sincero y sentido pésame a familiares y amigos y a todos lo/as cineastas que ayudó a dar visibilidad. Esta es la última foto que tengo suya , solucionando, pactando y resolviendo galas, alfombras rojas, inauguraciones... Gracias por todo lo que has hecho en vida. Ilumínanos para el resto, amigo. El mundo será peor sin ti", escribía Lavigne en su Instagram, lugar de recogimiento para nuestro séptimo arte.

Esa sensación de "shock" también era compartida por varios certámenes de nuestra temporada, desde el Festival de Gijón donde lo fue todo durante más de una década hasta el Festival de Cine Europeo de Sevilla, al que llevó a sus cotas de relevancia más altas. También se sumaron al duelo numerosas productoras, distribuidoras y estamentos públicos, desde Atalante, Avalon y Sideral hasta Elastica, pasando por CIMA, los cines MK2, los Cinemes Girona o la propia Seminci, que se despidió de él recordando que "transformó radicalmente la manera de hacer festivales en nuestro país, haciendo de ellos lugares habitables en los que el cine se convertía en el pilar para la celebración de la cultura y la vida". Esa publicación del certamen pucelano se convirtió también en una especie de capilla ardiente por Cienfuegos, con mensajes de personalidades como Félix Sabroso ("Nunca olvidaré el fundamental y generoso apoyo que me brindaste con 'El tiempo de los monstruos'", escribía el director y guionista), Emma Suárez, Anna Saura, Nuria Gago, Judith Colell, Julia de Castro, Lois Patiño o Alberto Gracia.

En ese contexto se enmarcan también las palabras que han hecho llegar a Kinótico dos personas que conocieron bien la labor de Cienfuegos como director de festivales y gestor cultural en nuestro país. Por un lado, el cineasta Antonio Méndez Esparza, con el que el máximo responsable de la Seminci acaba de compartir tiempo y espacio hace unas semanas, rememorando en RTVE el estreno de 'Que nadie duerma' en la cita vallisoletana con un programa televisivo. Alejado durante años de la escena cinematográfica española, Méndez Esparza regresó al primer plano de nuestro audiovisual en la primera edición de Cienfuegos al frente de la Seminci, toda una declaración de intenciones respecto al alma del que quería dotar al certamen: "El cine necesita un hogar, una comunidad que acoja una función. José Luis Cienfuegos así lo concebía. Protegió y entendió el cine con un ojo critico, y una voluntad amplia de extender el panorama cinematográfico. Siempre promovido por una visión del cine personal, flexible, ambiciosa y atrevida. Allí donde estuvo, creó una comunidad única, prestando siempre una atención personal a los cineastas, dándoles un espacio, y acogiendo de un modo muy especial el contacto entre publico y obra, creando simbiosis únicas, abierto al dialogo entre ambos", explicaba el realizador a última hora del martes a Kinótico.

Y en esa misma línea de recuerdo se inscriben también las palabras de Eva Herrero, jefa de prensa y directora de Madavenue, a la que unía una amistad con Cienfuegos desde hace décadas: "Me encantaba ver aparecer a José Luis por cualquier rincón de los festivales, con ese brío, esa risa contagiosa y sus giros de conversación interminables. Su talante de rockstar, ese carisma que lo hacía único y su magia para mover esto y lo otro. Era un perfeccionista nato, un líder indiscutible, siempre discreto, tuviera lo que tuviera entre manos. Le echaremos mucho de menos. Nos ha dejado con un festival en lo más alto, como siempre hacía cuando se iba. Nos quedamos con la sensación de haber conocido a alguien muy grande, inolvidable. Un abrazo gigante, querido amigo", se despide conmovedora en palabras a Kinótico la profesional, ante un hecho inesperado que seguirá generando reacciones de duelo y cariño a lo largo de la jornada.