La sobredosis de estrellas y la sombra de la huelga sobrevuelan el cotizado mercado de Cannes

Los ecos de la huelga de guionistas que amenaza con paralizar Hollywood desde el 2 de mayo también estarán presentes en el Festival de Cannes que ha empezado hoy mismo y que será la capital mundial durante las próximas dos semanas. Además de las especulaciones sobre la idoneidad de que miembros ilustres de la industria como Martin Scorsese o Todd Haynes se pasen por la cita francesa a presentar sus últimas películas -las normas del parón sindical indican que sus miembros no deberían participar en actos promocionales mientras dure la huelga-, el parón orquestado por el Sindicato de Guionistas de Hollywood (WGA) podría tener también consecuencias en un mercado más atestado que nunca.

El Marché du Film ha batido su récord histórico de acreditados en una edición marcada por la presencia de grandes estrellas como Angelina Jolie, Matthew McConaughey, Jude Law y Alicia Vikander, entre otras primeras espadas de la industria cinematográfica. "Va a ser un mercado escandalosamente disputado", ha declarado Martin Moszkowicz, de Constantin Film, a Variety. “Creo que nunca había visto tanto producto, desde luego no desde la pandemia, y tantas películas de alto perfil, con grandes actores, directores y presupuestos”.

Tras ver cómo en las últimas semanas se suspendía el rodaje de algunas de las superproducciones más esperadas de Hollywood, la gran pregunta que nadie parece atreverse a hacer en los pasillos del Palacio de Festivales es cómo afectarán las protestas que han paralizado la industria al otro lado del Atlántico. “La huelga es un problema menos inmediato para el cine independiente que para las series de televisión”, explica al mismo medio Stuart Ford, ejecutivo de AGC Studios. “El mercado de Cannes se basa principalmente en la venta de guiones ya finalizados, que los compradores pueden leer y en los que pueden confiar contractualmente antes de dar luz verde a la producción”.

Todos los agentes de la industria están pendientes de las negociaciones entre los estudios y unos representantes sindicales que se han negado en los últimos días a autorizar una tregua que permita la celebración de los premios Tony. La decisión amenaza con empujar a una gravísima crisis económica a los teatros de Broadway, una industria que no se ha recuperado todavía de las desastrosas consecuencias de la pandemia y que puede ser la primera víctima colateral de una pelea ajena.