El SAG-AFTRA responde a la última y mejor oferta de la AMPTP pidiendo cambios en las cláusulas sobre el uso de la IA

Con la denominada como ‘última, mejor y definitiva’ oferta en sus manos desde el pasado sábado, el SAG-AFTRA se ha tomado el tiempo que ha considerado necesario para estudiar a fondo el texto y dar una repuesta a la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP). Y la respuesta, enviada este lunes, no ha sido el ‘sí’ que acabaría con la huelga iniciada el pasado 14 de julio, sino que los líderes sindicales les han hecho saber a los representantes de estudios y streaming que para llegar al acuerdo deben ajustar más lo referente al uso de la IA y los consentimientos en este sentido, según informa Variety.

La última oferta presentada el sábado en una reunión vía Zoom en la que estuvieron presentes ejecutivos de Disney, Warner Bros. Discovery, NBCUniversal, Netflix, Paramount, Amazon y Sony Pictures incluye un bono para los programas de mayor éxito en plataformas, una subida de las tarifas mínimas y más protección en el uso de la Inteligencia Artificial. Sin embargo, esto último no es suficiente para los representantes sindicales de los actores que, tras leer minuciosamente y estudiar el lenguaje usado en la redacción de las cláusulas, han detectado algunas lagunas en lo que se refiere a la creación de los llamados ‘dobles digitales’ y su utilización.

Según publica The Hollywood Reporter, que cita a varias fuentes familiarizadas con la negociación, el punto de mayor fricción estaría en el escaneo de los actores de la Lista F. Es decir los sindicados que ganan más del mínimo para los habituales en series (32.000 dólares por capítulo) y películas (60.000 dólares). El texto, tal cual está redactado ahora mismo, lo que establece es un pago a los actores por escanear su imagen; lo que quiere el SAG-AFTRA es que, además, se les compense por su reutilización y que se modifique el lenguaje usado ya que tal y como está escrito en la oferta permitiría a los estudios usar el escaneó de un actor fallecido sin consentimiento alguno, ya sea por parte de sus herederos o del propio sindicato.