La compra de HBO Max y Warner Bros. por Netflix pone en alerta a los sindicatos de Hollywood

Hollywood (y en realidad la industria audiovisual a nivel mundial) está aún procesando el anuncio de la compra de HBO Max y Warner Bros. Studios por parte de Netflix. La operación, valorada en 82,7M$, aún tiene que consolidarse y ser aprobada por las distintas autoridades reguladoras, pero las voces contrarias no se han hecho esperar. Algunas, incluso, pidiendo que sea “bloqueada”. Una petición que ha sido pronunciada por el sindicato de guionistas (WGA), Teamsters y la Asociación Internacional de Documentales (IDA). Más tibios y moderados han sido en sus declaraciones, por ejemplo, actores, directores y productores que, aún así, han hecho notar su preocupación.

En un comunicado emitido poco después de anunciarse la compra, el WGA ha señalado que las leyes antimonopolio precisamente se diseñaron para evitar cosos como este, en el que “la mayor compañía de ‘streaming’ del mundo absorbiera a uno de sus mayores competidores”. Además, alertan desde el sindicato de guionistas su convencimiento de que el resultado de esta fusión “eliminaría empleos, reduciría los salarios, empeoraría las condiciones de todos los trabajadores del entretenimiento, aumentaría los precios para los consumidores y reduciría el volumen y la diversidad de contenido para todos los espectadores. Los trabajadores de la industria, junto con el público, ya se ven afectados por el hecho de que solo unas pocas empresas poderosas mantienen un control estricto sobre lo que los consumidores pueden ver en televisión, ‘streaming’ y cines. Esta fusión debe ser bloqueada”. Una contundente declaración que va en la línea del sindicato, que ya mostró antes con dureza sus críticas a otras operaciones de este tipo. La más reciente, la de Warner Bros. y Discovery en 2022.

No es la única petición de bloqueo que se ha escuchado en las últimas horas desde los sindicatos. Teamsters, que representa a conductores, profesionales de casting y localización, mecánicos y otros profesionales de la industria, ha alertado del peligro que supone para los trabajadores de la industria este tipo de uniones. Lindsay Dougherty, vicepresidenta general de Teamsters ve "una nueva señal de alarma" y avisa que “consolidar su poder [el de Netflix] en el mercado del ‘streaming’ no solo destruye empleos, sino que también aumenta los precios y perjudica a la industria del entretenimiento estadounidense”. Por ello, advierten, “seguirán desafiando y pidiendo la oposición en todos los niveles de gobierno y que las autoridades antimonopolio rechacen este acuerdo y cualquier otro que busque la consolidación del poder y el mercado”.

Por su parte, la Asociación Internacional de Documentales (IDA), en la misma línea, ha sentenciado en su comunicado que “la propuesta de adquisición de Warner Bros. Discovery por parte de Netflix perjudicaría profundamente el futuro del cine documental” ya que considera que este acuerdo “amenaza de inmediato las oportunidades creativas de los documentalistas y su libertad para contar historias que necesitan ser contadas. También reducirá drásticamente la variedad y la calidad general de los documentales disponibles para el público mundial. El abrumador dominio del mercado de Netflix inevitablemente sofocará la competencia, inhibirá la libertad de expresión y limitará las opciones de los espectadores”. Y, al igual que WGA y Teamsters, insta “a los reguladores a bloquear esta adquisición anticompetitiva”.

Algo más tibias han sido las posturas, por ahora, del Sindicato de Directores de Estados Unidos (DGA) y del de actores (SAG-AFTRA). Los primeros han mostrado "preocupaciones significativas” y explica que su postura es a favor de “una industria vibrante y competitiva, que fomente la creatividad y fomente una competencia genuina por el talento, es esencial para salvaguardar las carreras y los derechos creativos de los directores y sus equipos". Su siguiente paso será, han dicho, reunirse con Netflix para trasladarle sus preocupaciones y así "comprender mejor" sus planes.

Desde SAG-AFTRA han optado por la cautela y por evitar un posicionalmente férreo antes de conocer cómo afectará esta fusión a sus representados. “Cualquier decisión sobre la postura de SAG-AFTRA en esta transacción”, ha declarado el sindicato en un comunicado, “se tomará priorizando los intereses de sus miembros y tras un análisis completo y exhaustivo de los detalles del acuerdo, con especial atención a los empleos y los compromisos de producción”. Los productores, a través del Producers Guild of America (PGA), se han mostrado “justamente preocupados”. La organización ha declarado que “nuestra industria, junto con los legisladores, debe encontrar una solución que proteja el sustento de los productores y promueva la creatividad y las oportunidades para trabajadores y artistas, la elección de los consumidores y la libertad de expresión. Esta es la prueba que deben superar las posibles fusiones o ventas de nuestros estudios tradicionales”.